Serie GRANDES EDIFICIOS DE BUENOS AIRES – Sección TEMPLOS E IGLESIAS
CONGREGACIÓN EVANGÉLICA ALEMANA DE BUENOS AIRES, Esmeralda 162, Barrio de San Nicolás, Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Entre los muchos atractivos arquitectónicos, Buenos Aires tiene una multitud de iglesias, cada una con su propia identidad. Desde Retiro hasta San Telmo hay templos cristianos no católicos, en su mayoría de origen étnico, que revisten un interés especial pues conjugan historia, arte y fe. Este artículo habla de uno de ellos, conocido como la Congregación Evangélica Alemana de Buenos Aires o simplemente la Iglesia Alemana.
Estuve dentro de ese templo por primera vez en 1976. Tenía 17 años. Era una boda a la que estaban invitados mis padres y, sin dudarlo, me colé. Quedé admirado por la belleza de un ambiente luminoso y reverente y por el sonido de su órgano a tubos, que es una joya centenaria. Volví en 2018, de visita por Buenos Aires, en la famosa Noche de los Templos, para sentir esta vez una sensación de recogimiento y calidez.

LOS PRIMEROS EVANGÉLICOS ALEMANES EN BUENOS AIRES
Los evangélicos alemanes en Buenos Aires son mencionados por primera vez en 1821, debido a la fundación del Primer Cementerio de Disidentes de la ciudad, autorizado por el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, don Martín Rodríguez. Estaba ubicado en un terreno vecino a la Iglesia del Socorro (ubicada en la actual esquina de Juncal y Suipacha), cuyo costo fue sufragado por miembros de las comunidades inglesa, norteamericana y alemana. Ante la posterior falta de espacio, en 1833 el gobernador don Juan Manuel de Rosas autorizó la compra de un predio ubicado en Balvanera, sobre la actual plaza 1º de Mayo. Allí la comunidad británica levantó el Segundo Cementerio de Disidentes, y luego vendió una parte a la comunidad norteamericana y otra a la alemana, que tuvo su propio German Ground, que daba a la calle Alsina, en aquel entonces denominada Potosí.

LA SITUACIÓN EN EUROPA Y EL SURGIMIENTO DE ALEMANIA
En 1806, a raíz de las guerras napoleónicas, se había disuelto el Sacro Imperio Romano Germánico. De los doscientos cincuenta estados que lo habían compuesto, sólo dos se destacaban: la Austria católica de los Habsburgo -que designaba el emperador- y la Prusia protestante, con amplios territorios en las actuales Polonia y Alemania, donde se encontraban la mayoría de los estados pequeños. Tras la caída de Napoleón, Prusia se convirtió en el más poderoso de los treinta y nueve estados independientes que fundaron la Confederación Alemana. Para ese entonces los Habsburgo habían establecido el Imperio Austro Húngaro y los movimientos nacionales, como el alemán, representaban para ellos una amenaza[1].
LA PRIMERA IGLESIA EVANGÉLICA ALEMANA EN ARGENTINA
Entre los inmigrantes más influyentes que contribuyeron a conformar la Iglesia Evangélica Alemana en Argentina se mencionan a los empresarios J. C. Zimmermann, llegado en 1817 y Friedrich Schmaling, llegado en 1825, provenientes de Hamburgo, y a Claus Stegmann y Franz Halbach, arribados a Buenos Aires en la época de Rosas[2]. Si bien contar con un cementerio había sido un avance, los inmigrantes alemanes -por aquel tiempo unos seiscientos- sufrían por no disponer de su propia iglesia y también por no poder brindarles a sus hijos la formación religiosa que deseaban. Un comerciante de Bremen, G. CH. Deetjen y la Sra. Keppel fundaron una escuela dominical; allí los niños aprendían alemán y recibían clases bíblicas bajo la doctrina evangélica[3].

A mediados de 1842, a iniciativa de G.CH. Deetjen, una asamblea de alemanes evangélicos de Buenos Aires pidió el envío de un religioso a su país de origen. Un año después la Iglesia Regional de Prusia envió al pastor Ludwig August Siegel para organizar la primera congregación alemana en Argentina.
El 10 de septiembre de 1843 se llevó a cabo el primer culto evangélico en idioma alemán en tierra criolla. El reconocimiento estatal se recibió el 18 de octubre de 1843[4], por lo que, desde entonces, se considera el día de fundación de la Congregación Evangélica Alemana en Buenos Aires.

Los cultos inicialmente se llevaron a cabo en el edificio de la hermana Iglesia Anglicana de San Juan de la calle 25 de mayo, y desde septiembre de 1844 en locales alquilados que luego fueron adquiridos por la comunidad. La casa pastoral, ubicada en la calle Perú[5], se convirtió en sede de la Escuela Evangélica Alemana, a donde comenzaron a llegar maestros enviados especialmente desde Alemania.
La congregación sintió la necesidad de disponer de su propio templo. Con gran esfuerzo adquirió el terreno de la calle Esmeralda 162. Sin embargo, para construir un edificio religioso era necesario la autorización del Gobernador Juan Manuel de Rosas. Manuelita, la hija del brigadier, intercedió por la congregación alemana. El permiso llegó luego de cinco meses de negociaciones; la única condición impuesta fue que la iglesia no tuviera campanario[6].
EL TEMPLO

El 18 de octubre de 1851 se colocó la piedra fundamental para la primera Iglesia Evangélica Alemana de Buenos Aires en la calle Esmeralda 162. Fue diseñada en estilo neogótico y se inauguró el 11 de febrero de 1853, poco antes de la sanción de la Constitución Nacional argentina. Se trataba de un sobrio templo de una nave con techo a dos aguas. Sin embargo, la fachada, que impacta por su magnífica altura, ofrecía interesantes elementos arquitectónicos, algunos de los cuales se conservan del proyecto original: dos torrecillas góticas a ambos lados, un balcón (que perdió las almenas originales) con dos agujas góticas en sus extremos, un pórtico ojival más otro arco ojival al fondo del balcón que servía de vidriera para iluminar el interior.
Los muros del edificio estaban separados de las medianeras de los edificios vecinos. Originalmente compartimos la opinión del experto Daniel Schávelzon, afirmando que el esquema preliminar dibujado a mano por Taylor no tenía balcón y sólo un rosetón en el frente[7]. Sin embargo, el Dr. Oscar Andrés De Masi, asesor histórico del Cementerio Alemán de Buenos Aires, nos envió una nota diciendo que “en cuanto al proyecto de fachada de Taylor (luego modificado), no es exacto que careciera de ‘balcón’. Es el mismo esquema remanente de una suerte de terrazo por encima del pórtico, pero la diferencia con las reformas de Laas & Heine, es que ese miembro arquitectónico era más verticalizado y de mayor limpieza morfológica, con sus simpáticas almenas del tipo ‘merlons’ a la inglesa”.

Por dentro el templo sufrió varias modificaciones. El techo original fue reemplazado y hoy se destacan los bancos, dos palcos laterales al frente y un púlpito todos de madera.

EL ARQUITECTO
Edward Taylor (1801-1868), había nacido en Inglaterra y fallecido en Argentina. Este arquitecto arribó a Buenos Aires en 1824 y desde su misma llegada diseñó y construyó interesantes edificios. Entre sus obras se destacan la Aduana Nueva (demolida en 1894 para levantar el primitivo Puerto Madero) y el Club del Progreso (un palazzo italianizante lamentablemente demolido en 1971). Además de la Iglesia Evangélica Alemana construyó la Iglesia Presbiteriana Escocesa de San Juan en Florencio Varela (1853), la Iglesia Católica parroquial de la ciudad de Tandil y la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, de la ciudad de Lobos, en la Provincia de Buenos Aires. Posteriormente hizo importantes obras en Asunción, Paraguay, entre ellas el Palacio de Gobierno y la primera estación de ferrocarril de América del Sur; sin embargo, por razones que desconocemos fue encarcelado. Liberado en 1867, regresó a Buenos Aires donde murió el año siguiente[8] .

LA INAUGURACIÓN
La ceremonia inaugural comenzó con el ingreso del pastor Siegel y miembros del presbiterio acompañados por acordes del primer órgano. Dos niños llevaron la cruz, los candelabros y el cáliz y plato para la Santa Cena. Según la publicación parroquial «Tu Lámpara», editada en el 150º aniversario de la fecha, se procedió a la bendición del templo ante “un fervoroso público, entre banderas y flores”.
REMODELACIONES AL EDIFICIO
Entre 1922 y 1923 el edificio fue remodelado bajo la dirección del arquitecto Federico Laas y Emilio Heine. Al fondo, la vieja casa pastoral, la escuela que allí funcionaba y el aljibe fueron reemplazados por una vivienda,una amplio salón parroquial y oficinas.

Al año siguiente se amplió el templo, se corrió el muro posterior y se cubrieron los laterales hasta las medianeras vecinas.
EL ÓRGANO DE TUBOS
El órgano actual fue construido en 1911 e instalado en 1912 por la empresa alemana E.F. Walcker de Ludwigsburg, que había construido el órgano de la Catedral Metropolitana en 1871. Su sistema original era tubular-neumático y tenía la consola en el centro.

Tras 80 años sin reformas, en 1991 el órgano fue restaurado por los técnicos Carlos Amadini y Juan Weinhold, quienes lo convirtieron al sistema electro-neumático actual[9]. Ocupa una suerte de gran balcón posterior revestido en madera. Está protegido por la Ley 1227 de 2013 como Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires.

LA IGLESIA Y SU FE
En cuanto a la organización de la iglesia como comunidad de fieles, los primeros estatutos fueron aprobados el 5 de septiembre de 1847. A partir de esa fecha han sufrido varias actualizaciones y reformas. Hoy constituye la Parroquia Centro de la Congregación Evangélica Alemana en Buenos Aires, que engloba también a otras parroquias evangélicas surgidas por llegada de inmigrantes evangélicos protestantes de países europeos de habla alemana (alemanes, suizos, austriacos y rusos) que querían vivir y compartir su fe evangélica “que se nutre de la tradición luterana (herederos de Martín Lutero) y reformada (herederos de Juan Calvino)… Como Iglesia heredera de la Reforma, somos una comunidad centrada en la predicación de La Palabra y en la búsqueda de vivirla efectivamente en la vida cotidiana, con nuestro testimonio de amor, expresado con las manos en obras de servicio cristiano”[10].

LAZOS CON ALEMANIA
En 1899 se conformó en Buenos Aires el Sínodo Evangélico Alemán del Río de la Plata, con la presencia de evangélicos alemanes de Argentina, Uruguay y Paraguay. En 1934 el Sínodo se afilió a la Iglesia Evangélica Alemana, que en 1945 pasó a llamarse Iglesia Evangélica en Alemania, más conocida por su sigla EKD. Después de la 2ª Guerra Mundial las iglesias rioplatenses optaron por una mayor autonomía, preservando los lazos fraternales con la EKD, y adoptando su nombre actual: Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP).
CURIOSIDADES
Intercesor: Franz Hallbach, que acompañó al pastor Siegel a hablar con Manuelita Rosas para obtener el permiso de construcción del templo, era cuñado de J. C. Zimmermann, el primer evangélico alemán residente en Buenos Aires del que tenemos conocimiento, quien se instaló en la ciudad a la edad de 28 años con la firma Zimmermann, Lynch y Co[11]. J.C. Zimmermann había estado previamente dos veces antes de paso por Buenos Aires.
Cultos en francés: El suizo Pablo Besson, invitado como pastor por un grupo de evangélicos de habla francesa en Buenos Aires, predicaba en esa lengua en el templo de Esmeralda 162, pues allí ese grupo celebró sus primeros cultos. Besson, ardiente defensor de la libertad de conciencia y de la separación de la iglesia y el Estado, es considerado el precursor de los bautistas en Argentina.
Donación real: Para la compra del terreno, los alemanes porteños recaudaron fondos organizando actividades en Buenos Aires, tales como conciertos y colectas. Su esfuerzo se vio acompañado de una donación de Federico Guillermo IV, en aquel momento rey de Prusia, nación que años después se convertiría en la Alemania moderna.
Nazis y judíos: Quizás el recuerdo más triste de la iglesia es el bautismo infantil en 1895 de Walther Darré[12]. Criado en el barrio de Belgrano, en su adolescencia regresó a Europa, donde se desempeñó posteriormente como Ministro de Agricultura del autodenominado Tercer Reich; además, fue considerado uno de los dos teóricos más importantes en el adoctrinamiento del nacionalsocialismo[13]. Una extraordinaria paradoja es que la boda por la cual conocí este templo era la de un joven cuyo padre era pastor judío mesiánico. Este sabio hombre de fe, don Víctor Sedaca, eligió para la boda de su hijo la iglesia en la cual se bautizó un genocida de su pueblo, mostrando y demostrando una admirable grandeza de espíritu.
Liderazgo: El pastor Siegel (1812-1883) fue uno de esos hombres que sirvió a su patria, la incipiente Alemania, fuera de ella, pero también sirvió a la Argentina, como ministro religioso, educador y líder comunitario. Tras once años de incansable labor, en 1854 regresó a Alemania a continuar su labor pastoral. Entre los muchos testimonios de gratitud hacia él, hay uno que muestra que su visión del evangelio no admitía fronteras: sirvió entre 1850 y 1851 en la Iglesia Presbiteriana Escocesa, reunida en el templo de la calle Piedras -demolido décadas después para la ampliación de la Avenida de Mayo-, donde recibió antes de su partida una calurosa despedida[14].
© Pablo R. Bedrossian, 2018. Todos los derechos reservados.
REFERENCIAS
[1] Schwanitz, Dietrich, “La cultura todo lo que hay que saber”, Eichborn AG, Frankfurt am Main, 1999, Taurus, Buenos Aires, Argentina, 2002, p.159-165
[2] Harteneck, Helga, “La primera inmigración protestante”, Revista Todo es Historia, Buenos Aires, Argentina Nº 413, diciembre de 2001, p.20
[3] Harteneck, Helga, Op. cit. p.21
[4] Esta fecha es provista por lel propio sitio web de la Congregación Evangélica Alemana de Buenos Aires, http://www.ceaba.org.ar/quienes-somos-historia.php; en cambio Helga Harteneck en la obra citada fija como fecha del reconocimiento oficial el 10 de septiembre de 1843 agregando “por ello se considera esa fecha como el día de la constitución de la Congregación Evangélica Alemana en Buenos Aires”.
[5] Según Marcos Gabriel Vanzini, el lugar quedaba muy cerca, quizás otra entrada de la misma casa (desconocemos el sistema de numeración de calles de aquella época), en la calle Restaurador Rosas 91 (actual calle Moreno). “Historias Curiosas de Templos de Buenos Aires”, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 2ª Ed., 2011, p.192
[6] Vanzini, Marcos Gabriel, “Historias Curiosas de Templos de Buenos Aires”, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 2011, 2ª Ed., p.112-113
[7] Schávelzon, Daniel, “Haciendo un mundo moderno – La arquitectura de Edward Taylor (1801-1868)», Olmo Ediciones, 2010, p.65
[8] Liemur, Jorge Francisco y Fernando Aliata, «Diccionario de Arquitectura en la Argentina«, Clarín – Arquitectura, Buenos Aires, Argentina, Tomo s/z, 2004, p.97
[9] http://pipeorgans.flavam.com/cealehistor.html
[10] http://www.ceaba.org.ar/quienes-somos-presente.php
[11] http://www.genealogiafamiliar.net/getperson.php?personID=I40835&tree=BVCZ
[12] El nombre complete era Ricardo Walther Oscar Darré
[13] Lanata, Jorge, “Argentinos, Tomo 2 Siglo XX: desde Yrigoyen hasta la caída de De la Rúa”, Ediciones B, Grupo Z., 2003, p.52
[14] Granados, José Jerónimo, “August Ludwig Siegel”, incluido en “Personalidades religiosas de la Ciudad de Buenos Aires”, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 2012, p.193
AGRADECIMIENTO
Agradezco muy especialmente a Marta Jaimón Sedaca por la foto de la boda en la cual me colé. Aún me hace sonreír el recuerdo de sus muchas tías saludándome en la fiesta «¿Cómo estás, colado?». Gracias a vos, Marta, y a Jorge por el cariño de siempre.
CRÉDITOS MULTIMEDIA
Todas las fotos fueron tomadas por el autor y a él le pertenecen todos sus derechos, a excepción de las correspondientes a:
- Los dibujos del templo, tomados de Schávelzon, Daniel, “Haciendo un mundo moderno – La arquitectura de Edward Taylor (1801-1868)», Olmo Ediciones, 2010. Gracias al Dr. Oscar Andrés De Masi fuimos informados que a su vez la fuente original es la publicación de Alberto S. J. de Paula, titulada «Templos rioplatenses no católicos. Parte II», Revista Anales Nº16 de 1963 publicada por. Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas (IAA) de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, que mencionamos en la bibliografía.
- La imagen antigua del órgano, tomada de un viejo folleto de la casa Walcker en http://pipeorgans.flavam.com/cealehistor.html, cuyos autores son Rafael Ferreyra y David Merello.
- La foto de la boda Sedaca-Jaimón, cedida amablemente por Marta Jaimón Sedaca.
BIBLIOGRAFÍA
Alfonsín, Jorge, “Cementerios de disidentes protestantes en la ciudad de Buenos Aires”, Junta de Estudios Históricos del Barrio de Villa Ortuzar, 1996
Bianchi, Susana, “Historia de las religiones en la Argentina: Las minorías religiosas”, Sudamericana, Buenos Aires, Argentina, 2004
de Paula, Alberto S. J. «Templos rioplatenses no católicos. Parte II», Revista Anales. Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Buenos Aires, Nº 16, 1963, p.80-96
Harteneck, Helga, “La primera inmigración protestante”, Revista Todo es Historia, Buenos Aires, Argentina Nº 413, diciembre de 2001
Lanata, Jorge, “Argentinos, Tomo 2 Siglo XX: desde Yrigoyen hasta la caída de De la Rúa”, Ediciones B, Grupo Z., 2003
Liemur, Jorge Francisco y Fernando Aliata, Diccionario de Arquitectura en la Argentina, Clarín – Arquitectura, Buenos Aires, Argentina, Tomo s/z, 2004
Russo Bernagozzi, Claudia, “Guía de Lugares de Culto de la Ciudad de Buenos Aires Tomo 1”, Dirección General de Cultos, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 2013
Schávelzon, Daniel, “Haciendo un mundo moderno – La arquitectura de Edward Taylor (1801-1868), Olmo Ediciones, 2010
Schwanitz, Dietrich, “La cultura todo lo que hay que saber”, Eichborn AG, Frankfurt am Main, 1999, Taurus, Buenos Aires, Argentina, 2002
Vanzini, Marcos Gabriel, “Historias Curiosas de Templos de Buenos Aires”, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 2ª Ed., 2011,
Vanzini, Marcos Gabriel y otros, “Personalidades religiosas de la Ciudad de Buenos Aires”, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 2012
Estimado Pablo. Muchas gracias por este trabajo de investigación. En general en la Congregación de la calle Esmeralda ignoran gran parte de tus aportes que espero compartir y revivir esta memoria.
¡Gracias, Lisandro! Pronto voy a comentar un libro que te puede interesar, «El legado de la Reforma» del pensador español César Vidal.
Señor Bedrossian
Un colega historiador me pidió que leyera su interesante artículo sobre el templo de la CEABA, para darle mi opinion. Muy interesante, por cierto.
Si me permite, con el debido respeto, quisiera hacerle tres comentarios, en mi carácter de asesor histórico del Cementerio Alemán de BA.
1-Es lástima que en la bibliografía no cite Usted al principal investigador del tema que, desde las páginas de la revista Anales del IAA (Nº 16, 1963), se ocupó del templo de la Congregación alemana. Me refiero a Alberto S. J. de Paula, de cuyo trabajo Usted ha utilizado dos ilustraciones de época, debidamente acreditadas al pie. En el ambiente científico, ese trabajo pionero que le menciono es de cita ineludible.
2-En cuanto al proyecto de fachada de Taylor (luego modificado), no es exacto que careciera de «balcón». Es el mismo esquema remanente de una suerte de terrazo por encima del pórtico, pero la diferencia con las reformas de Laas & Heine, es que ese miembro arquitectónico era más verticalizado y de mayor limpieza morfológica, con sus simpáticas almenas del tipo «merlons» a la inglesa.
3-En cuanto a la numeración antigua de las calles de Buenos Aires, si bien no es fácil a veces establecer la correlación, existen algunos registros que permiten saber el número original, por vía de cotejo con las calles paralelas (aunque no siempre es infalible) u otras referencias de catastros.
Saludos cordiales
Dr. Oscar Andrés De Masi
Lamento que no quedó grabada mi respuesta de ayer. En primer lugar, gracias por escribir. Aprecio mucho sus comentarios por provenir de una persona cailificada. En segundo lugar, la fuente no fue la revista Anales del IAA (Nº 16, 1963), a la que no tuve acceso, sino que las imágenes las tomé del libro «Haciendo un mundo moderno – La arquitectura de Edward Taylor», de Daniel Schávelzon, Olmo Ediciones, 2010, fuente citada en la referencia [7] de mi artículo y en la bibliografía al final. Por favor, si Ud. tiene la publicación de la revista Anales, apreciaría me la envíe,. Mi correo personal es prbedrossian@hotmail.com. De todos modos, en cuanto pueda voy a incorporar en la nota sus datos y sugerencias, sin duda, muy útiles. Finalmente, mis publicaciones no son científicas, ni pretenden ser académicas, sino de divulgación. Nuevamente, muchas gracias, es un gusto conocerlo y le envío mis más cordiales saludos.
Estimado Pablo R. Bedrossian, en algún momento que este en Buenos Aires puedo mostrarle las dos fotos que poseo de los fotógrafos Chute & Brooks del interior de la iglesia adornada para el homenaje por la muerte de Guillermo I de Alemania, el 20 de Marzo de 1888.
También tengo una albumina original de c1860 del dibujo atribuido a Eduardo Taylor del frente de la iglesia (que usted reproduce de una copia de De Paula de 1963).
Saludos,
Daniel Sale
¡Gracias, Daniel! Voy a estar de visita por BA en diciembre y, si la agenda familiar lo permite, por supuesto me gustaría ver esos documentos y obtener una copia. Le paso mi correo para ponernos en contacto. prbedrossian@hotmail.com. ¡Nuevamente gracias!