Una de las construcciones más curiosas de Buenos Aires se encuentra en la calle Paraguay 1330. Se la conoce como la Casa de los Azulejos debido a los bellos murales de su fachada.

Es un edificio de tres plantas diseñado en estilo Liberty milanés. Esta variante del modernismo, también llamada Floreale, que surgió en el norte de Italia, se caracteriza por fachadas con pinturas o murales de azulejos con temas inspirados en la naturaleza, tanto florales como animales, el uso de cemento decorativo, la ornamentación con cariátides y atlantes y la presencia de hierro forjado en los balcones y puertas. En la “Casa de los Azulejos” encontramos dos de estos elementos: el uso de azulejos decorativos y la balconería de hierro forjado.

LOS AZULEJOS
El mural de azulejos titulado “Escenas pastoriles” fue creado el artista italiano Pio Pinzauti. Muestra a una mujer preparando atados de heno y a un hombre tomando un toro por las astas en el campo. Ambas figuras se encuentran en la segunda planta mientras que en la tercera solo se observa una vegetación decorativa.

Es poco lo que se sabe de Pinzauti. Se lo menciona como ceramista, con actividad entre 1898 y 1930[1]. Su taller se encontraba en la calle Gustavo Módena 56 de Milán. Algunos trabajos suyos que hemos podido encontrar son la fachada de azulejos decorados de la Casa Galimberti en Milán, de 1902, fruto de su colaboración con Ferdinando Brambilla, el retablo para la capilla Borghi del cementerio de Varano, Italia, y una loza esmaltada titulada “Mascotas”, que forma parte de las colecciones del Castillo de Milán. Hasta donde sabemos, el de la Casa de los Azulejos es su única obra en Buenos Aires.

Anuncio de Pio Pinzauti en el Corriere dei Piccoli, Supplemento illustrato del Corriere della Sera
EL ARQUITECTO
Podemos pensar que la Casa de los Azulejos perdería mucho de su encanto sin la decoración de su fachada; sin embargo, el diseño modernista como los trabajos de herrería del frente le dan realce suficiente como para tener méritos por sí misma.

¿Quién fue su creador? En todas las publicaciones aparece “el arquitecto Benjamin Trivelloni”. Buscamos su nombre y lo hallamos exclusivamente asociado a la “Casa de los Azulejos”, lo que nos hizo desconfiar sobre la autoría. Entonces, fuimos a la fuente más confiable y completa que conocemos, el blog de Alejandro Machado sobre Arquitectos Italianos en Buenos Aires[2], donde encontramos que el malentendido surge de la firma grabada en el edificio de Paraguay 1330 donde aparece como “B. Trivelloni”.

El nombre correcto es Bonaventura Trivelloni, quien realizó otras obras en Buenos Aires, como un petit hotel en la calle Ayacucho 1485, ya demolido, y el edificio de República de Indonesia 77. Machado, además, comparte en el mismo blog un interesante hallazgo: B. Trivelloni aparece como constructor en una bóveda sin nombre en el Cementerio de la Chacarita. No es mucho más lo que sabemos de él. Nació en Italia en 1866. Llegó a la Argentina a 16 años en febrero de 1882 y se radicó en el país donde formó su familia. No conocemos donde cursó sus estudios, pero su talento se revela en sus obras, hermosas y originales.
LA CONSTRUCCIÓN
Iuri Izrastzoff aporta un dato interesante sin citar la fuente: en 1892 había en el lugar una casa chorizo con patio lateral que pertenecía a la Sra. Lucía Argerich[3]. La Casa de los Azulejos fue construida por encargo del Sr. Luis Botta en 1911, por eso también se la conoce como Casa Botta.

En la planta baja hay un local comercial con entrada por Paraguay 1328 y, al lado, la entrada al edificio en Paraguay 1330. En la segunda planta hay un ancho balcón con un bello trabajo en herrería negra rodeado por los azulejos con imágenes de labores campestres que ya mencionamos y a su lado una amplia ventana con celosías. En la última planta hay un balcón más pequeño, a cuyos lados continúa el mural, y también una ventana similar a la del piso anterior.

Los balcones del segundo y tercer piso lucen espléndidas flores y dibujos dorados que embellecen su entramado y están conectados por delgadas columnas de hierro. Desde luego, el color naranja del frente no es el original, que era blanco.
EL MODERNISMO, LA NUEVA ÉPOCA Y EL USO DE LOS AZULEJOS
El modernismo fue un movimiento surgido a finales del siglo XIX que aportó un conjunto de innovadoras propuestas. Recibió distintos nombres: Sezession en Austria, Jugendstil en Alemania, Art Nouveau en Francia, modernismo en Cataluña, Liberty o Floreale en el norte de Italia.

Ese movimiento representaba una liberación de los patrones estéticos dominantes de la época. Proponía un nuevo ideal de belleza, asimétrico e impredecible, puesto al servicio de todos los hombres.

En Argentina el modernismo sirvió como una bisagra entre el pasado y el futuro que acaba de inaugurarse. Fue un proceso que se inició con el abandono a la resistencia a lo hispánico y la elección del modelo cultural europeo latino (con predominio francés), en detrimento de las opciones anglosajona y norteamericanizante.

Esa predilección despertó un importante interés en el Río de la Plata de cerámicas, azulejos y mayólicas del Viejo Continente. Era una época aún sin ascensores donde las viviendas para la clase media alcanzaban tres o cuatro plantas y la decoración exterior, sobre todo del primer piso, se había vuelto importante[4]. Aunque los modelos tradicionales fueron rápidamente desplazados por temas abstractos y fitomorfos, el mural de la Casa de los Azulejos es testimonio de esa moda que a principios de siglo reflejaba las aspiraciones de la nueva burguesía.

Ha pasado más de un siglo desde ese momento y, aunque hoy difícilmente se nos ocurra decorar nuestros frentes con azulejos figurativos, seguimos admirando aquella vanguardista creación de Pio Pinzauti.

UNA HISTORIA
En los tiempos que se levantó la Casa de los Azulejos, vivía una familia por planta. Sin proponérmelo, conocí a un nieto o quizás bisnieto de una familia que vivía en el primer piso. Me contó una breve anécdota referida por un pariente suyo. Un hombre que vestía siempre de impecable sombrero, traje y corbata parecía obsesionado con el edificio de Paraguay 1330. Todas las mañanas se quedaba por horas mirando la fachada desde la vereda de enfrente. Durante varias semanas repetía lo que a esa altura parecía una ceremonia laica, incluyendo sábados y domingos. Cierta mañana uno del edificio se acercó y entabló una breve conversación con él, que adapto para esta nota:
– Desde hace semanas lo vemos todo el día frente al edificio, ¿tanto le gusta?
– No, no miro el edificio; espero que salga alguien…
– ¿Alguna dama de la cual se enamoró?
– No precisamente…
– ¿Puedo saber a quién espera?
– A un deudor, un tipo que me debe mucha plata.
Temiendo que se tratara de alguien de su familia, el vecino le preguntó.
– ¿Puedo saber el nombre?
– Benjamin Páez Moreno
– ¡Ah! -dijo echando un resoplido-; ese hombre se mudó hace unos meses, justo antes que Ud. viniera. Por eso no lo encuentra.
– ¿Y sabe para dónde se mudó?
– Dijo que se iba a Villa Luro, pero no tengo la dirección
– ¿Y no viene a buscar el correo?
– Nunca vi una carta para él; quizás estaba huyendo de alguien; incluso el propietario comentó que le quedó debiendo dos meses de alquiler.
El hombre agradeció la información, se dio media vuelta y no volvió a aparecer por el lugar. Entre tanto el vecino subió a su departamento y le dijo a su hermano:
– Benjamín, podés salir tranquilo, pero a partir de ahora no se te ocurra andar por Villa Luro.
© Pablo R. Bedrossian, 2020. Todos los derechos reservados.
REFERENCIAS
[1] Bertocco, Mattia Alberto, “Mascotas”, Regione Lombardia, LombardiaBeniCulturali, 2015, que trata sobre un trabajo en loza de Pio Pinzauti, que forma parte de las Colecciones Artísticas del Castillo. Colecciones de Arte Aplicado, Milán, Italia
[2] Machado, Alejandro, “Arquitectos italianos en Buenos Aires”, http://arquitectos-italianos-buenos-aires.blogspot.com/
[3] Izrastzoff, Iuri, “Fervor por Buenos Aires”, https://www.fervorxbuenosaires.com/grandes-casas-paraguay-1330/
[4] Feliu, Joan “Dinero color azul cobalto. El negocio americano de la cerámica de la provincia de Castellón en el siglo XIX”, Biblioteca de les Aules, Universitat Jaume I, 2005, p.189
CRÉDITOS MULTIMEDIA
Todas las fotografías fueron tomadas por el autor de esta nota y es el dueño de todos sus derechos.
Una amiga, muy fan de la arquitectura y en especial del art nouveau y del decó, me mostró está casa hace un tiempo. Pero teníamos cero data acerca de ella.
Excelente descripción. Muy buena las fotos. Pensar que mi residencia está entre la calle Paraguay e Hipólito Irigoyen. Gracias por tus valiosos aportes. Cristina Khandjian
Muchas gracias por la descripción de esa casa,aunque conozco a sus moradores nunca entré a la misma.
Hola, me encanto todas las fotos simplemente que de encantada en un futuro me gustaría viajar para poderlos apreciar mucho mejor.
Muchas gracias por compartirlo me encanto.
SALUDOS
Es una casa única entre las tantas hermosas de Buenos Aires.Supongo que ya esta declarada Patrimonio Histórico de la ciudad ¿no?.
Según la base de datos de APH (Áreas de Protección Histórica) del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, figura como Paraguay 1328 y tiene un grado de protección «estructural». Podés averiguar más en http://ssplan.buenosaires.gov.ar/. ¡Cordiales saludos!
Sumamente interesante el raconto sobre Art Nouveai