LA CALLE ARTURO TOSCANINI Y OTROS PASAJES PORTEÑOS DE UN SOLA VEREDA (por Pablo R. Bedrossian)

Serie “PASAJES Y CALLES CURIOSAS DE BUENOS AIRES” 

Hay una cueca de Hilario Cuadros y José Zavala que dice

“Calle angosta, calle angosta, la de una vereda sola.

Yo te canto porque siempre estarás en mi memoria”.

Hoy presentamos algunos de los pasajes porteños “de una vereda sola”, lo que significa que no tienen construcciones del otro lado.

ARTURO TOSCANINI

La calle Arturo Toscanini nace en la calle Cerrito, la colectora de la avenida 9 de Julio, y termina en la calle Libertad, entre las calles Viamonte -de la que es vecina- y Tucumán. Corre paralela al Teatro Colón. Es, más bien, un pasaje peatonal; del otro lado se extiende la plaza Estado del Vaticano que llega hasta la calle Viamonte, que no es un espacio verde, sino una explanada de baldosas y cemento con algunos bancos para descansar que recibió su nombre en 1987[1].

Desde luego, la calle Arturo Toscanini homenajea al gran director de orquesta quien mostró su inigualable talento en Buenos Aires: En 1912 dirigió la temporada lírica del Teatro Colón, en 1940 regresó con la orquesta NBC y en 1941 condujo la Orquesta Estable del Teatro. Una placa lo recuerda.

La calle, que recibió su nombre en 1957, en ocasión del fallecimiento del gran artista[2], ofrece un acceso al Teatro Colón por Arturo Toscanini 1124.

PRESIDENTE ROBERTO M. ORTIZ.

Esta calle es, en realidad, un pasaje peatonal de dos cuadras. Nace en la Avenida Alvear, en el corazón de la Recoleta y desde allí ofrece una hermosa vista pues es contigua a la plaza Ramón J. Cárcano. Esa cuadra, que se extiende hasta la avenida Quintana, tiene escaleras (tres secciones de siete escalones cada una). Una parte importante lo ocupa la medianera del edificio cuyo frente da a la avenida Alvear; en la otra sección se destacan las amplias vidrieras que llegan a la esquina de la avenida Quintana, del sitio donde -desde hace décadas- ha habido diversas confiterías con mesas a la calle; la más recordada, el Café de la Paix.  

La otra cuadra es altamente transitada y comercial. Va de la avenida Quintana a la calle Guido y está poblada de restaurantes con mesas a la calle. Se inicia en la famosa confitería “La Biela”, donde el visitante puede tomarse una foto con las esculturas Borges y Bioy Casares en el interior del local o con las de los Hermanos Gálvez en el exterior.

Muy cerca se admira también el “Atlas de Recoleta” que sostiene al gomero, creación de Joaquín Arbiza. Tal como la primera cuadra, tiene también una vista privilegiada a los verdes jardines de la zona.

Probablemente sea la única calle porteña que sea una vereda, pero con aroma parisino. Originalmente se llamó Junín y era una extensión de la calle del mismo nombre. Recibió su actual denominación en 1971[3], en homenaje a quien fuera presidente de la Nación entre 1938 y 1940 y dejara el cargo a causa de una diabetes que le produjo ceguera.

CANTILO

Muy cerca de allí se encuentra la calle Cantilo, de una sola cuadra. Nace en la avenida Las Heras, justo al lado oeste del famoso edificio de la Facultad de Ingeniería que parece una catedral gótica, creado por el ingeniero y arquitecto Arturo Prins[4]. La conocimos cuando era vehicular, pero hace unos años fue convertida en peatonal[5], integrándola -sin perder su identidad- a la plaza Teniente General Emilio Mitre. Del otro lado, están las altas paredes de la citada Facultad.

Hoy es más un lugar recreativo que vía de paso. Incluso tiene rejas en sus accesos. Hemos visto a alumnos de un colegio hacer gimnasia allí y mesas de ping-pong de uso libre al llegar al extremo que da a la calle Pacheco de Melo.

Recibió su nombre en 1904. Aunque no estamos seguro de la razón, pero considerando que es la calle a la cual Miguel Iusem llama José María Cantilo[6], creemos que homenajea al escritor y periodista de destacada labor en la segunda mitad del siglo XIX.

VIAMONTE (SUR)

Esta corta callecita es una curiosidad. La calle Viamonte corre de oeste a este, pero entre Suipacha y Esmeralda tiene una breve extensión del lado sur que se abre en forma transversal. Se trata de un breve pasaje peatonal con numeración de la calle Viamonte que bordea la plazoleta Suipacha, donde se admira el monumento al Coronel Manuel Dorrego realizado por el gran escultor Rogelio Yrurtia.

Por ella hay un acceso a Viamonte 850. Termina contra uno de los costados del edificio de la AGIP, un organismo autárquico que controla todo el proceso recaudatorio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

BARTOLOMÉ MITRE ANGOSTA (ENTRE MEDRANO Y PASAJE LAREDO)

La calle Bartolomé Mitre al llegar a la avenida Medrano se divide como si tuviera dos brazos, uno angosto y uno ancho. Los que vienen en dirección al Once creen que la calle hace una suerte de “s” hacia la derecha. Sin embargo, a la izquierda, del otro lado de las vías del Ferrocarril Sarmiento, que allí corre por debajo, hay una delgada prolongación, casi imperceptible, de la calle Bartolomé Mitre.

Cuando fuimos por primera vez, encontramos unos portones de rejas que se abrían para dar paso a una pequeña plaza triangular de piso de cemento; enseguida se abría un angosto pasillo que constituía esa sección de la calle.

Desde septiembre de 2018 allí hay una explanada elevada con bancos y juegos infantiles lindante al enorme hueco donde, desde lo alto, se observan las vías del tren; a su izquierda, separada por un pequeño muro de ladrillos con tres niveles de barandas metálicas encima y a una altura algo inferior se extiende el brazo angosto de Bartolomé Mitre.

Es un largo pasillo que termina en el pasaje Laredo.

Toda el área fue renovada. Las casas están pintadas con colores pasteles, como si fueran murales, dándole una singular belleza a esa extensión escondida de la calle, digna de ser admirada.

PASAJES QUE DAN A LAS VÍAS DEL TREN: LOS ALPES Y MARCOARTÚ

También tienen una sola acera algunos pasajes vecinos a las vías del tren; tal es el caso de los pasajes Los Alpes y Marcoartú.

Ubicado en el barrio de Caballito, Los Alpes es considerado el pasaje peatonal más angosto de Buenos Aires. Si uno camina desde la avenida Rivadavia por la calle Parral, tras cruzar Yerbal, el camino se interrumpe obligando a continuar el paso por un estrecho puente peatonal de hierro sobre las vías del tren. Justo antes del puente, una placa metálica nos informa que, a nuestra derecha, a la altura de Parral 149, se encuentra la única entrada al Pasaje Los Alpes.

Es una suerte de vereda que de un lado tiene un conjunto de casas bajas y del otro una alambrada desde la cual se observan las vías del Ferrocarril Sarmiento[7].

El Marcoartú es un pequeño pasaje peatonal que sobrevive escondido detrás de la Estación Flores. Corre paralelo a las vías del del Ferrocarril Sarmiento, de las cuales está separado solo por una reja metálica.

Es corto y angosto. Su breve trayecto sirve de frente a una antigua construcción de dos plantas con reminiscencias art nouveau. El acceso al pasaje se encuentra por la calle Bolivia 202. En la entrada hay dos puertas enrejadas tras las cuales se abre un piso de baldosas. Los pórticos reducen el ancho del pasaje que, más que una calzada, parece una vereda. Se recorre en segundos y no tiene salida a la calle Condarco[8].

LAS CALLES DE LA PLAZA DORREGO: BETHLHEM Y DON ANSELMO AIETA

La plaza más famosa de San Telmo se ubica en una manzanita entre dos calles conocidas, Defensa y Humberto I, y dos desconocidas, Bethlem y Don Anselmo Aieta, ambas de una única vereda. A diferencia de los pasajes que hemos visto no son peatonales; son cortas y lucen un empedrado moderno.

La calle Bethlem es la de menor longitud. Posee construcciones bajas -las más altas tienen dos plantas- y su numeración va del 400 al 450. Se llamó antiguamente Cortada del Comercio, Cortada Lanteri y, desde 1900, Humberto I, como brazo paralelo de la calle principal. En 1982 se le devolvió el nombre de la ciudad donde nació Jesús, que era el que tenía según el Plano de la División Eclesiástica de 1769[9].

La otra calle, tal como lo indica una placa en la esquina con la calle Humberto I, fue llamada así en honor del bandoneonista y compositor don Anselmo Aieta. Es un poco más larga que la calle Bethlem.

En el ángulo que conforman ambas calles está la entrada al Hotel Anselmo Buenos Aires, de la Curio Collection de la cadena Hilton. Visitarlo es sumergirse en otro ambiente lleno de encanto, sol y arte.

En la calle don Anselmo Aieta se destaca un edificio art nouveau de los ingenieros Poblet y Ortuzar erigido en 1898. Enfrente está la plaza; la feria artesanal de los domingos ocupa parte de la calzada de esta calle.

Buenos Aires tiene otras calles de una sola vereda. Creemos que esta selección puede mover a otros a agrandar la lista y descubrir otras que no conocemos.

© Pablo R. Bedrossian, 2022. Todos los derechos reservados.


REFERENCIAS

[1] Piñeiro, Alberto Gabriel, “Barrios, calles y plazas de la Ciudad de Buenos Aires”, Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, 1ª Edición, 2008, p.423. El nombre de plaza Estado del Vaticano se le asignó por la Ordenanza N° 42.469-1987, BM N° 18.190.

[2] Piñeiro, Alberto Gabriel, “Las calles de Buenos Aires, sus nombres desde su fundación hasta nuestros días”, Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, 2ª Edición, 2005, p.491. El nombre de Arturo Toscanini se le asignó por el Decreto-Ordenanza N° 811/1957, B.M. N° 10.535.

[3] Cutolo, Vicente Antonio, “Buenos Aires: historia de las calles y sus nombres”, Editorial Elche, Buenos Aires, 1988, p.886. El nombre de Presidente Roberto M. Ortiz se le asignó por la Ordenanza N° 25942/1971, B.M. N° 14.125.

[4] Liemur, Jorge Francisco y Aliata, Fernando “Diccionario de Arquitectura en la Argentina, Clarín – Arquitectura, Buenos Aires, Argentina”, Tomo o/r, 2004, p.218

[5] Creemos que fue en 2011, para la creación de un estacionamiento subterráneo durante la remodelación de la plaza, basándonos en Tomino, Pablo, “Tras las reformas, reinauguraron la plaza Emilio Mitre”, Diario La Nación, 17/11/2011, https://www.lanacion.com.ar/sociedad/tras-las-reformas-reinauguraron-la-plaza-emilio-mitre-nid1423954/

[6] Iusem, Miguel, “Diccionario de las calles de Buenos Aires”, Instituto Rioplatense de Ciencias, Letras y Artes (IRCLA S.A.), Buenos Aires, Argentina, 1971, p.37. Nuestro razonamiento es por descarte, pues la diferencia de la calle José Luis Cantilo en Devoto y de la avenida Intendente Cantilo.

[7] Para más datos ver nuestro artículo “Los Alpes, el pasaje más angosto de Buenos Aires”, 13/4/2017, https://pablobedrossian.com/2017/04/13/los-alpes-el-pasaje-mas-angosto-de-buenos-aires-por-pablo-r-bedrossian/

[8] Para más datos ver nuestro artículo “El pasaje Marcoartú, uno de los pasajes más pequeños de Buenos Aires”, 8/4/2020, https://pablobedrossian.com/2020/04/08/el-pasaje-marcoartu-uno-de-los-pasajes-mas-pequenos-de-buenos-aires-por-pablo-r-bedrossian/

[9] Piñeiro, Alberto Gabriel, “Las calles de Buenos Aires, sus nombres desde su fundación hasta nuestros días”, Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, 2ª Edición, 2005, p.307. El nombre de Bethlem se le asignó por la Ordenanza N° 38.433/1982, B.M. N° 16.920


CRÉDITOS MULTIMEDIA

Todas las fotografías fueron tomadas por el autor de esta nota y es el dueño de todos sus derechos, a excepción de la segunda, compuesta por dos capturas de pantalla de Google Street View, editadas por el autor de la nota para la mejor comprensión del texto.

6 comentarios en “LA CALLE ARTURO TOSCANINI Y OTROS PASAJES PORTEÑOS DE UN SOLA VEREDA (por Pablo R. Bedrossian)

  1. El pasaje peatonal Arturo Toscanini en su origen, y hasta fines de los 70, fue para vehículos paralelo a la calle Viamonte con una plazoleta entre ambos.

    El teatro Colón fue inaugurado en 1908; año en que no existía la avenida 9 de Julio. Donde hoy están las boleterías (pasaje interno dentro del teatro) eran la entrada y salida de carruajes por la calle Tucumán y el pasaje Toscanini que no tenía ese nombre, considerándose como una cuadra ensanchada de la calle Viamonte entre Libertad y Cerrito (desconozco el sentido de circulación interno de las carruajes; si entraban por Tucumán o por allí salían).

    En la última foto del siguiente link se lo ve como era originalmente. Yo lo conocí, década del 60, integrando un sólo espacio con césped (entre Libertad y Cerrito). Viendo esa foto, con las plazoletas muy bien ornamentadas, hace pensar que fuera posible que esa calzada que las corta sirviera para la entrada descrita de carruajes, ya que se aprecia que desemboca en el portón del teatro que, en dicha foto, se destaca en negro a mitad de la fachada del edificio. http://www.arcondebuenosaires.com.ar/teatro_colon.htm

    En este otro link las fotos lo muestran desde otros ángulos en la época de su inauguración y en la década del 70 donde se pueden observar autos transitando y estacionados. http://www.arcondebuenosaires.com.ar/teatro_colon.htm

    En algún momento también fue playa de estacionamiento (década del 80) destacándose detrás de los autos una escalera que daba a un subsuelo donde se guardaban elementos de utilería y tramoya. http://moleskinearquitectonico.blogspot.com/2008/05/los-cien-aos-del-coln.html

    Finalmente menciono que en la primer foto que usted ha colocado se observa en el edificio del teatro parte de una puerta que da al pasaje Toscanini; allí funcionó originariamente LS1 Radio MUNICIPAL (inaugurada el 23 de mayo de 1927) con el objetivo principal, entonces, de transmitir las veladas del teatro.

    Lic. Faustino Velasco

  2. Buenas noches. En el Barrio Coghlan. CABA, la calle Estomba, termina siendo de una sola vereda, frente al ferrocarril, en la intersección con la calle Manuel Ugarte. Pequeño y pintoresco, así como la estación y el puente metálico que cruza la vía. Saludos, los espero por acá 🤗

      1. Gracias a tí. Me ilustras para recorrer y visitar lugares distintos de mi amada Ciudad de Buenos Aires. Te recomiendo a Rodolfo Seide e Iván Buenos Aires, similares en tu línea 🤗 saluditos

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