LEPTOPHIS MEXICANUS: LA LORA MEXICANA (por Pablo R. Bedrossian)

Conocida como lora mexicana o perico mexicana, esta culebra se encuentra en elevaciones bajas y moderadas de la vertiente del Atlántico desde la zona sur de Tamaulipas, México, a la región centro norte de Costa Rica y en forma discontinua en la vertiente del Pacífico desde Oaxaca, México hasta el noroeste de Costa Rica.

Está presente en varios cayos de Belice, en la Isla de Utila, Honduras, y en las Islas del Maíz, Nicaragua. Se halla en todo el territorio de Honduras a excepción del extremo sur y algunas zonas al sudoeste[1]. Además en 2014 fue reportada en el Cayo Mayor de los Cayos Cochinos[2], sitio donde nosotros la documentamos fotográficamente ese sitio ese mismo año.

Leptophis mexicanus en el Cayo Mayor de los Cayos Cochinos, Islas de la Bahía, Honduras, fotografía del 30/3/2014

Forma parte del género Leptophis que incluye serpientes conocidas como raneras debido a su dieta en base a pequeños anfibios, aunque también comen lagartijas, pequeñas serpientes, salamandras, renacuajos y huevos de aves[3]. Este género cuenta con 8 especies que habitan bosques, manglares y sábanas de México, Centroamérica y Sudamérica[4].

Su nombre científico es Leptophis mexicanus (en inglés Mexican parrot snake). De actividad diurna, suele moverse entre la vegetación cerca de cursos de agua. Donde vivimos, Residencial Campisa, San Pedro Sula, Honduras, habita en los alrededores de la laguna o del canal de agua.

Un ejemplar juvenil

Lo invitamos a observarla en el siguiente video.


No es difícil reconocerla: el dorso de la cabeza es de un color verde claro intenso y su cuerpo posee por arriba color café o bronce oscuro y por debajo, blanco, con una raya negra en el medio -a veces posee también pequeñas secciones de color verde azulado y anaranjado- que nace en la punta de la cabeza.

El ejemplar más largo conocido alcanza 1.27 metros; el espécimen más grande hallado en Honduras es algo menor, 1,20 metros[5]. La cabeza de distingue del cuello. Tiene hocico alargado, lengua negra y pupilas redondas con iris dorado. El cuerpo es delgado y alargado. La extensión de la cola es de 36% a 40% de la longitud total[6].

Puede observar cómo se moviliza en el siguiente video:

En cuanto a la reproducción es ovípara, poniendo de dos a seis huevos por vez; sus deposiciones ocurren generalmente entre junio y septiembre, durante la temporada húmeda. Los juveniles miden unos 25 cm[7].

Foto de un ejemplar con pocos días de vida, hallado muerto

Un detalle interesante es que las hembras alcanzan su madurez sexual a los 18 meses[8].

Un ejemplar juvenil

Aunque no es venenosa, puede ser agresiva si se sienten amenazadas. En una ocasión, una vecina de nuestra comunidad nos pidió ayuda para retirar un ejemplar juvenil que se escondió dentro de una gaveta. Ante la falta de pinzas y sabiendo que no inocula toxinas, decidimos asumir el riesgo de tomarla con la mano. Nos ocasionó una pequeña mordedura en uno de los dedos lanzándose súbitamente hacia adelante. Tuvimos un leve dolor y un breve sangrado. Luego de retirar la serpiente -que posteriormente reubicamos-, desinfectamos la herida con agua oxigenada, realizamos con agua y jabón y luego la cubrimos. Si bien contábamos con soluciones antisépticas tanto de clorhexidina como de yodopovidona, no fueron necesarias.

© Pablo R. Bedrossian, 2020. Todos los derechos reservados.


BONUS: MÁS VIDEOS


REFERENCIAS


[1]
McCranie, James R., “The snakes of Honduras”, Society for the study of amphibians and reptiles, 2011, p.146

[2] McCranie, James R., Valdés Orellana, Leonardo, “New island records and updated nomenclature of amphibians and reptiles from the Islas de la Bahía, Honduras”, Herpetology Notes, volume 7, 2014, p.46

[3] McCranie, James R., Op. cit., p.149

[4] Köhler, Gunther, “Reptiles de Centroamérica”, Herpeton, Verlag Elke Köhler, Offenbach, Alemania, 2003, p.228

[5] McCranie, James R., Op. cit., p.147

[6] Savage, Jay M., “The amphibians and reptiles of Costa Rica”, The University of Chicago Press, 2002, p.671

[7] Marineros, Leonel, “Guía de las serpientes de Honduras”, Edición de autor auspiciada por la Dirección General de Biodiversidad (DiBio), Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente, SERNA), Tegucigalpa, Honduras, 2000, p.89

[8] Savage, Jay M., Op. cit., p.671


CRÉDITOS MULTIMEDIA

Todas las fotografías y videos fueron tomados por el autor de esta nota y es el dueño de todos sus derechos.

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