Serie “PASAJES Y CALLES CURIOSAS DE BUENOS AIRES”
Ubicada en el barrio de Barracas, la calle Lanín es una de las más pintorescas de Buenos Aires. Vista desde arriba parece un arco; además, es muy corta: según de qué mano se cuente, consta solamente de dos o tres cuadras.
Considerando la dirección vehicular, nace en la Avenida Suárez, en el cruce con la calle José Aarón Salmún Feijóo (que también aparece como Feijoó, con acento en la segunda o) donde forma cinco esquinas, y muere en la calle Brandsen, muy cerca del Hospital Moyano. Su encanto no radica en el curioso trazado ni en la brevedad de su recorrido sino en la sucesión de fachadas que fueron intervenidas artísticamente por Marino Santa María.
Marino Santa María es hijo del ceramista y pintor Marino Pérsico (1910 – 1976), una de cuyas obras, “Herido”, hemos mencionado al describir el Museo Quinquela Martín[1]. Marino nació en Lanín 33 en 1949 y allí tiene su taller.
Es un artista plástico sumamente versátil, capaz de combinar técnicas muy diferentes con un mismo fin. Como artista y vecino, decidió transformar la atmósfera gris de su calle. Hizo revivir los frentes con coloridas formas abstractas, inspiradas en sus propias obras. Sobre el trabajo, dice el sitio web del pintor: “Consta de la intervención color de 40 fachadas a lo largo de las tres cuadras de la Calle Lanín y la instalación Huellas del Aire, que se extiende a lo largo del paredón del ferrocarril; es un conjunto de pesados marcos dorados con fotografías de trozos de cielo y otros con espejos, recreando una suerte de mágica sensación de ilusión y realidad”.
La intervención se inauguró el 19 de abril de 2001, pero a partir de 2005 la propuesta se enriqueció añadiendo trencandís, una suerte de picadillo hecho a base de piezas rotas de cerámica esmaltada inventado por Gaudí, y de mosaico veneciano, nacido de una pasta de vidrio fundida a alta temperatura que otorga a cada pieza intensos colores brillantes. Para combinarlos utilizó mezclas adhesivas y pastinas.
LA VISITA
Iniciamos el recorrido en las 5 esquinas. Allí encontramos a nuestra derecha un magnífico edificio de 1920, que fuera una fábrica textil. Es creación de los arquitectos Donatti y Colomba y ocupa una manzana triangular, con fachadas sobre tres calles, incluyendo Lanín.
Al iniciar nuestro camino llama la atención su bella cúpula con la inscripción “Barracas Central”.
Al avanzar por Lanín, que a esa altura tiene la numeración 200, el edificio queda a nuestra derecha y las casas intervenidas quedan a mano izquierda.
Como muchas casas antiguas de la zona, en la cuadra hay varias viviendas en estilo art nouveau.
A pocos metros del inicio, a mano izquierda nace una breve calle de una cuadra, llamada Copahue, que muere en la cercana calle Arcamendia. Del lado sur, en esa esquina hay un centro del Ejército de Salvación, cuyo frente, tanto sobre Lanín como sobre Copahue, ha sido intervenido por Santa María.
Cruzando Copahue, en la mano izquierda de la calle Lanín continúan las casas intervenidas, mientras que en la mano derecha continúa el extenso edificio de Barracas Central. Desde el cruce se ve el giro que la calle dará al llegar a la esquina siguiente.
El diseño abstracto y la fuerza tonal provista por los materiales le dan vida y movimiento a esta calle empedrada -para algunos un pasaje- de poca circulación vehicular y vida tranquila.
Al llegar a la altura del 100 encontramos el único cruce donde se forman cuatro esquinas: la calle Icalma, nacida a una cuadra en la calle Arcamendia, cruza Lanín para morir en la cuadra siguiente, al chocar con la calle Salmún Feijóo.
En el ángulo sudeste se encuentra otro extremo del edificio Barracas Central.
Ya no hay excusas: en la larguísima cuadra siguiente, que va del 100 al 0, estarán intervenidas las casas a ambos lados. Al final, al lado izquierdo tendremos el paredón que da al Ferrocarril Roca. Las viviendas allí brillan con luz propia.
Todas son casas bajas. Veamos la sorprendente sucesión de fachadas:
Una placa de mármol nos recuerda que la calle Lanín, considerado pasaje por las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires, fue declarado Sitio de Interés y Patrimonio Cultural de Barracas.
Completamos el paseo observando en la mano izquierda las últimas casas hasta llegar al muro del ferrocarril.
Más allá, al fondo está la curva que hace la calle antes de morir en la calle Brandsen, fácilmente observable por la pared que la separa de las vías.
Emprendemos el regreso para ver la otra mano, que viniendo desde la calle Brandsen hacia la Avenida Suárez, ahora queda a nuestra izquierda. Al caminar en sentido inverso a la dirección vehicular, la numeración de las casas es ascendente.
Llaman la atención algunas originales puertas, pintadas con tonos intensos.
Uno de los espacios más interesantes de esa cuadra lo constituye una casa que luce una torre redonda
Las sombras de la tarde se proyectan sobre la única cuadra de Lanín del lado este (la otra está ocupada por el enorme y bello edificio que fuera una planta textil, mencionado al principio)
Nos vamos con la sensación de haber entrado en otra atmósfera, en un lugar de secreto recogimiento, con aroma a barrio y a vecino, lejos de toda la ominosa carga del bullicio. El arte transforma personas y lugares, y Marino Santa María lo ha hecho no sólo con sus creaciones sino con su corazón.
ACERCA DE OTRAS OBRAS DE MARINO SANTA MARÍA
Este eximio artista plástico fue rector de la Escuela Nacional de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón” entre 1992 y 1998. Ha hecho numerosas muestras e intervenciones. Entre sus obras más recientes se encuentra un enorme mosaico en la Estación Las Heras.
Las creaciones de Marino Santa María se reconocen con facilidad pues le imprime a cada una su sello personal. Se puede conocer más de él en su webiste: http://www.marinosantamaria.com
ACERCA DE LA CALLE LANÍN
Su nombre proviene del volcán Lanín, descubierto por Villarino en 1901, en el Parque Nacional Neuquén[2]. Antiguamente se llamaba Silva, pero por Ordenanza Municipal del 28/10/1904 recibió su nombre actual[3]. Su código postal es el 1274, teniendo diferentes sufijos de acuerdo a su numeración.
© Pablo R. Bedrossian, 2018. Todos los derechos reservados.
REFERENCIAS
[1] https://pablobedrossian.com/2016/11/27/como-visitar-la-boca-por-pablo-r-bedrossian/
[2] Iusem, Miguel, “Diccionario de las calles de Buenos Aires”, Instituto Rioplatense de Ciencias, Letras y Artes (IRCLA S.A.), Buenos Aires, Argentina, 1971, p.102
[3] Piñeiro, Alberto Gabriel, “Las calles de Buenos Aires, sus nombres desde su fundación hasta nuestros días”, Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, 2ª Ed., 2005, p.397
CRÉDITOS MULTIMEDIA
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