Serie REPTILES Y ANFIBIOS DE CENTROAMÉRICA
Las serpientes del género Leptodeira son conocidas como ratoneras o escombreras. Solo existen en el continente americano. Se conocen 15 especies distribuidas desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina. Son serpientes de tamaño mediano, pupilas verticales elípticas y dentición opistoglifa (colmillos en la parte posterosuperior de la boca a través de los cuales inyectan su saliva tóxica; por su ubicación raramente dañan al ser humano). Tienen hábitos nocturnos y se encuentran en zonas con espesa vegetación cercanas a áreas urbanas. Son de reproducción ovípara y ponen entre 2 y 12 huevos por vez. El tiempo de incubación varía entre 56 y 85 días, dependiendo de la temperatura[1].

Según la base de datos iNaturalist de NatGeo, la mayor cantidad de registros se observa entre México y Ecuador, incluyendo una importante presencia en Centroamérica[2]. Compartimos la tabla que elaboramos a partir de estos datos.

A diferencia de otras bases de datos como eBird, iNaturalist exige documentar cada registro mediante fotografías. La identificación debe ser corroborada por al menos otros dos observadores independientes para obtener el grado de investigación. Como la única observación de Leptodeira rhombifera en México no está confirmada, la marcamos en color naranja para ese país; con un símbolo negro sobre fondo amarillo indicamos la presencia de esta especie para el resto.

Tal como los datos de la tabla indican, las especies con mayor rango de distribución en Centroamérica son la Leptodeira rhombifera y la Leptodeira septentrionalis. Presentamos la primera, pues muchos nos han consultado sobre esta especie, que, aunque más frecuente, es menos conocida que el barba amarilla[3], la coral[4], la boa[5], los tamagases[6] o la mica[7].
LEPTODEIRA RHOMBIFERA
La Leptodeira rhombifera hasta hace pocos años se conocía como L. annulata[8]. Es una serpiente de color café claro con manchas café oscuro; la cabeza se distingue del cuello delgado. Posee pupilas elípticas, ojos grandes y una mancha café oscura en la parte superior de la cabeza. Habitualmente mide menos de 90 centímetros, aunque Jay M. Savage informa que la hembra puede alcanzar una longitud máxima de 1.04 metros y el macho, de 0.91 metros[9].

Se encuentra desde el nivel del mar hasta casi los 1530 metros[10]. Como todas las leptodeiras, es de hábitos nocturnos y habita en bosques y zonas de vegetación espesa cercanas a cursos de agua.

Es terrestre y arbórea. McCranie relata que ha sido encontrada en árboles a 10 metros de altura, agregando que la mayoría de los ejemplares son terrestres y pueden ser hallados cruzando caminos en noches lluviosas[11].

Sus movimientos son rápidos y puede ser agresiva cuando se siente amenazada. Hemos observado cerca de 40 ejemplares y jamás una mordedura. Sin embargo, el biólogo Leonel Marineros cita en su libro un caso publicado en 1960 donde una persona fue atacada por una L. rhombifera sufriendo dolor e inflamación[12]. También añade que el veneno de su saliva puede matar ratones. Contra lo que indica su nombre popular, su dieta habitual no la constituyen roedores, sino ranas y sus huevos, lagartijas y otros pequeños reptiles.
UN HECHO CURIOSO
Transcribimos un párrafo del libro “Conociendo las serpientes venenosas de Honduras” que nos pareció de particular interés por su valor educativo: “algunas de estas serpientes parecen venenosas, como las Leptodeira, y pueden confundir a la víctima y también al curandero de la aldea y asegurar que ha sido mordido por una serpiente venenosa, presentar inflamación y sangrado; pero particularmente presentar todo un cuadro psicótico de accidente ofídico. Al ser tratado con hierbas y pócimas del curandero, el paciente y la aldea entera pueden tener la convicción de haber sido curado por las pociones caseras suministradas”[13].

Como solemos decir, a las serpientes no hay que tenerles miedo, pero sí respeto; nunca manipularlas con las manos y siempre andar con calzado, pues el 90% de sus mordidas ocurren del talón para abajo. Si bien la Leptodeira rhombifera no suele atacar, frente a ella hay que ser cuidadoso.
© Pablo R. Bedrossian, 2023. Todos los derechos reservados.
BONUS: VIDEOS
REFERENCIAS
[1] Köhler, Gunther, “Reptiles de Centroamérica”, Herpeton, Verlag Elke Köhler, Offenbach, Alemania, 2003, p.225
[2] iNaturalist, https://www.inaturalist.org/observations?taxon_id=29717
[3] Para saber más acerca del barba amarilla, cuyo nombre científico es Bothrops asper, puede leerse nuestros artículos “Bothrops asper (barba amarilla), la serpiente más temida de Centroamérica”, 02/07/2015, https://pablobedrossian.com/2015/07/02/bothrops-asper-barba-amarilla-la-serpiente-mas-temida-de-centroamerica-por-pablo-r-bedrossian/, “Bothrops asper – barba amarilla o terciopelo: rescatando un ejemplar”, 29/01/2020, https://pablobedrossian.com/2020/01/29/bothrops-asper-barba-amarilla-fer-de-lance-o-terciopelo-rescatando-un-ejemplar-por-pablo-r-bedrossian/ y “Bothrops asper (barba amarilla o terciopelo): un ejemplar de casi dos metros”, 4,4/2021, https://pablobedrossian.com/2021/04/07/bothrops-asper-barba-amarilla-terciopelo-o-fer-de-lance-un-ejemplar-de-casi-dos-metros/
[4] Para saber más acerca de la coral más común de Centroamérica, cuyo nombre científico es Micrurus nigrocinctus, puede leerse nuestro artículo “Micrurus nigrocinctus, la coral más famosa de Centroamérica”, 16/12/2016, https://pablobedrossian.com/2016/12/16/micrurus-nigrocinctus-la-coral-mas-comun-de-centroamerica-por-pablo-r-bedrossian/
[5] Para saber más de la boa común de Centroamérica, cuyo nombre científico es Boa imperator, hay información útil en nuestro artículo “La boa rosada de los cayos Cochinos hondureños”, 3/6/2018, https://pablobedrossian.com/2018/06/03/la-boa-rosada-de-los-cayos-cochinos-hondurenos-por-pablo-r-bedrossian/
[6] Para saber más de los tamagases, puede leerse el artículo que hemos publicado sobre uno de ellos, “Bothriechis schlegelii: el tamagás de pestaña o bocaracá y cómo matan las víboras de foseta”, 4/7/2019, https://pablobedrossian.com/2019/07/04/bothriechis-schlegelii-el-tamagas-de-pestana-o-bocaraca-y-como-matan-las-viboras-de-foseta-por-pablo-r-bedrossian/
[7] Para saber más acerca de la mica o serpiente tigre centroamericana, cuyo nombre científico es Spillotes pullatus, puede leerse nuestro artículo “Spilotes pullatus: la ‘mica’, la serpiente tigre americana”, 22/06/2018, https://pablobedrossian.com/2019/06/22/spilotes-pullatus-la-mica-la-serpiente-tigre-de-america-por-pablo-r-bedrossian/
[8] Era conocida como la subespecie Leptodeira annulata rhombifera; hace unos años se dividió el taxón, considerándose L. rhombifera la que se encuentra en Centroamérica y L. annulata la que se encuentra en Sudamérica.
[9] Savage, Jay M., “The amphibians and reptiles of Costa Rica”, The University of Chicago Press, 2002, p.611
[10] McCranie, James R., “The Snakes of Honduras”, Society for the study of amphibians and reptiles, 2011, p.325. Otros autores dicen de 0 a 900 msnm.
[11] McCranie, James R., Op. cit., p.325, 326
[12] Marineros, Leonel, “Guía de las serpientes de Honduras”, Edición de autor auspiciada por la Dirección General de Biodiversidad (DiBio), Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente, SERNA), Tegucigalpa, Honduras, 2000, p.82
[13] Marineros, Leonel, Porras Orellana, Jorge, Espinal, Mario, Mora, José, Valdés Orellana, Leonardo, “Conociendo las serpientes venenosas de Honduras”, Heliconia Ideas y Publicaciones, Honduras, 2012, p.44
CRÉDITOS MULTIMEDIA
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Pablo querido. Te lo tengo que decir. Me sorprendes todo el tiempo viendo la variedad de tu conocimiento. Dios te siga bendiciendo. Felicitaciones. Un gran abrazo