La Forêt (El Bosque), es una miniserie francesa en seis capítulos presentada por Netflix. Un pequeño pueblo de Les Ardennes (una región boscosa que se extiende más allá del país galo) es conmovido por la desaparición de una adolescente en circunstancias poco claras que algunos vinculan a otras desapariciones ocurridas años atrás.
El nuevo jefe, Gaspard Deker, presentado como un hombre justo y sensato, inicia la búsqueda, pero encuentra que las relaciones pueblerinas subordinan las reglas a las relaciones. Tal es la forma de proceder de Virginie Musso, una oficial local, cuya hija es compañera de la desaparecida. Mientras tanto, y en forma paralela, Eve Mendel, una profesora de la jovencita, inicia la búsqueda que puede estar relacionada a su historia personal.
Los personajes que van apareciendo, bien actuados y construidos, ponen en evidencia las miserias que se esconden en toda comunidad, que, tal como la mugre debajo de la alfombra, tarde o temprano comienza a asomar. Quizás sea una metáfora para recordarnos que el enemigo no suele ser un desconocido.
Una serie de sorpresas, videos en redes sociales y nuevas desapariciones pondrán en jaque a las familias que ven cómo la mutua confianza se reduce a escombros; todos de algún modo se vuelven sospechosos. Uno intuye el desenlace en el anteúltimo capítulo, pero es en el último que se revela no solo quién es el culpable sino los hechos de un pasado cuyas sombras oscurecían el presente.
La Forêt (El Bosque) ha sido galardonada como la mejor serie de 2017 de capítulos de larga duración en el Festival Internacional de cine de La Rochelle. En mi opinión, no es ni una gran serie ni cuenta una gran historia, sin embargo, ofrece razones suficientes para verla sin aburrirse y mantener el suspenso hasta el final.
© Pablo R. Bedrossian, 2018. Todos los derechos reservados.