Hace unos años, durante una excursión, escuché a varias personas asegurar que Edimburgo era la ciudad más linda del mundo. Hablaban con tanta emoción que me propuse conocerla. Tuve la oportunidad. Me pareció una ciudad diferente, de esas que definitivamente vale la pena conocer. Los invito a acompañarme en este recorrido por sus mejores lugares.
Edinburgo es la capital de Escocia. El viaje en tren desde Londres toma cuatro horas y va de sur a norte.

Recorrer sus lugares más representativos es muy fácil debido a que tiene dos grandes ejes: al sur la Royal Mile (en español Milla Real), alrededor de la cual creció el Old Town (la Ciudad Vieja), y al norte, George Street, corazón del New Town (la Ciudad Nueva).

El Old Town y el New Town fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995; ambos ocupan zonas altas de la ciudad y están separados por una depresión o valle muy angosto donde se encuentran las vías del ferrocarril y los Princes Street Gardens (Los Jardines de la Calle de los Príncipes), un parque público al pie del Castillo de Edinburgo.

La piedra domina las edificaciones, cuya tonalidad va del ocre al gris tierra. La ciudad pasa buena parte del año cubierta por densas nubes. Para animar la vida, los edificios y comercios se adornan con flores y guirnaldas de colores. Hay numerosas esculturas; una de las representaciones más comunes es el unicornio, que es el animal nacional.

Le proponemos recorrer los lugares más importantes de la Ciudad Vieja, descubrir su historia y su belleza.
1. EL CASTILLO

Asentado sobre un enorme peñasco, conforma una pequeña ciudadela amurallada en cuyo interior hay diversos edificios. Ha servido como cuartel, palacio real y cárcel debido su posición privilegiada, que ofrece una visión panorámica y dificultades al acceso enemigo. Las construcciones que han perdurado se levantaron desde el siglo XII hasta el siglo XX. Un detalle poco mencionado es que en el siglo VI Edwin de Northumbria, de quien toma el nombre la ciudad, erigió allí el primer fortín. El único acceso al castillo es a través de una amplia explanada ascendente de piedra, continuación de la vía más importante del Old Town, la Royal Mile; el resto de la fortaleza está rodeada de acantilados.

Hay mucho para admirar dentro de ella. Por ejemplo, la diminuta la capilla de Santa Margarita, que es el edificio más antiguo de la fortaleza y de la ciudad; también el bello Memorial Nacional de la Guerra de Escocia y el antiguo palacio con su bonita torre medieval.

Es posible visitarlo por dentro.

La piedra de Scone, utilizada históricamente para coronar a los reyes de Escocia, estuvo durante varios siglos colocada debajo de la Silla de San Eduardo, trono sobre el que se corona a los monarcas británicos en Inglaterra. Obviamente esa ubicación representaba la subordinación forzada de Escocia a la corona británica. Finalmente, en 1996 fue devuelta y colocada en el Castillo de Edimburgo, aunque debe ser trasladada a Londres cada vez que se proclame un nuevo rey.

Los muros del castillo están decorados con inscripciones antiguas, imágenes curiosas y espléndidos ornamentos. Además, ofrece excelentes vistas panorámicas hacia el New Town.

2. THE ROYAL MILE
Esta milla (que en realidad mide 1.8 km) es el corazón de la ciudad. Se extiende siguiendo una pendiente descendente desde el Castillo de Edimburgo hacia el Palacio de Holyroodhouse (en inglés Holyrood Palace). Fue fundada en el siglo XI y originalmente conectaba la fortaleza con una abadía. A lo largo de su trayecto recibe diversos nombres. Sobre ella se encuentran los sitios de mayor interés, tales como la Saint Giles Cathedral o el Parlamento Escocés.

Podemos dividirla en dos: la parte que va desde el Castillo hasta el cruce con la calle Bridge (que la Royal Mile divide en North Bridge y South Bridge), ancha y con un bello empedrado, y desde Bridge hasta el Palacio de Holyroodhouse más angosta y pavimentada.

3. SAINT GILES CATHEDRAL
Su nombre verdadero es High Kirk (Iglesia Mayor). Es una bella catedral presbiteriana cuya construcción se inició en el siglo XII; sin embargo, las constantes remodelaciones a lo largo de los siglos han modificado totalmente su fisonomía original.

Su aspecto exterior es gótico, destacándose su peculiar cúpula, con forma de corona real.


El interior de la catedral es muy sobrio.

Secciones de su techo toman un bellísimo color azul que contrasta con la frialdad de la piedra.

Una de sus joyas es el órgano de tubos.

Su púlpito fue ocupado por el gran reformador escocés John Knox. Es recordado mediante una estatua de bronce realizada por James Pittendrigh Macgillivray en 1904, que lo muestra sosteniendo y señalando su biblia.

Algunos de sus vitrales son magníficos; vale la pena detenerse a admirarlos.

4. CAPILLA DEL CARDO
Dentro de la Saint Giles Cathedral se encuentra la espectacular Capilla del Cardo, con su techo nevado, doseles heráldicos tallados y bancos labrados.



Quizá el detalle más famoso es el ángel de madera tocando su gaita.

5. VICTORIA STREET Y GRASSMARKET
Muy cerca del Castillo, y vecina a la Royal Mile, se encuentra Victoria Street, una calle con lujosas tiendas y una terraza donde se puede comer al aire libre disfrutando de excelentes vistas.

Pocos metros más abajo, se encuentra la preciosa plaza Grassmarket, con una amplia variedad de restaurantes bajo el entorno medieval de la zona.

Damos la vuelta por el Grassmarket hacia la derecha y subimos por un paseo de amplias escaleras, el Granny’s Green Steps. La imagen desde allí del castillo sobre la roca es imponente.

También si miramos hacia el otro lado, tendremos frente a nosotros una magnífica arquitectura.

Al llegar al final de las escaleras, el Castillo de Edimburgo ha quedado a nuestra izquierda. Hemos dado una vuelta completa, para regresar casi al principio de la Royal Mile.
6. MUSEO NACIONAL DE ESCOCIA
El National Museum of Scotland ocupa dos edificios, uno al lado del otro.

Recorrerlo por dentro es muy interesante por su armazón de hierro.
Es uno de los museos más eclécticos del mundo pues ofrece una enorme variedad de piezas de muy diversas procedencias. Por ejemplo, Dolly, la primera oveja clonada, que se muestra embalsamada, jarrones chinos, bicicletas antiguas y autos de Fórmula 1.


7. GREYFRIARS KIRK
Famoso por su historia y por su iglesia, hoy es el cementerio más importante de Edimburgo.

Entre sus muchas curiosidades, hay tres que deseamos destacar. La primera, a pocos metros antes de la entrada hay una estatua en bronce de Bobby, un perrito que vivió junto a la tumba de su amo durante 14 años.

La segunda es que los escoceses creen en los fantasmas; incluso hay tours nocturnos al cementerio para verlos…

La tercera es que desde allí se puede observar el George Heriot’s School, una importante escuela privada, que inspiró Hogwarts, el colegio de magia y hechicería donde estudió Harry Potter según la saga. Su autora J. K. Rowling escribió en una cafetería de Edimburgo su primera novela.

8. LADY STAIR’S HOUSE
Un poco más adelante, del mismo lado, está la Lady Stair’s House, que aloja el Museo de los Escritores. El museo ocupa una casona sobre una pequeña plaza de piedra rodeada de edificios. Para llegar hay que entrar por el Lady Stair’s Close.


El museo por dentro está lleno de historia e historias.

Tip: Un poco antes del Lady Stair’s Close se encuentra la Gladstone’s Land, una vivienda de seis plantas del siglo XVII que sirvió de habitación a una familia de comerciantes. Su fachada tiene dos arcadas y una escalera desde la cual se pueden tomar excelentes imágenes de la Royal Mile. Se denominan lands a unos edificios altos construidos en terrenos estrechos.
9. DEACON BRODIE’S TAVERN
El nombre de este colorido pub homenajea a uno de los personajes más famosos de la ciudad, el diácono Brodie. Su título no surgió de una designación religiosa, sino que lo recibió como director del gremio masón de artesanos de la ciudad. Sin embargo, llevaba una doble vida: de día era un respetable empresario dedicado a la fabricación de cajas fuertes y de noche un ladrón que utilizaba sus dotes de cerrajero para vaciar las casas de sus clientes. Terminó colgado en la horca en 1788, y se dice que su historia inspiró a Robert Louis Stevenson a escribir El Extraño Caso del Doctor Jekyll y Mr Hyde.

10. LA ESTATUA DE DAVID HUME
Enfrente de la Deacon Brodie’s Tavern encontraremos la estatua de David Hume, el famoso filósofo escocés.

Paradójicamente, la figura en bronce de este pensador es fuente de superstición, pues la gente cree que tocar el dedo gordo de su pie derecho trae buena suerte.

11. CLOSES, WYNDS Y OTROS CALLEJONES
Mientras admiramos majestuosos edificios de piedra cuyas fachadas delatan el paso de los siglos, observamos una de las mayores curiosidades de Edimburgo: los numerosos pasadizos y callejuelas centenarias que desembocan en la Milla Real, que dan a la ciudad vista desde arriba un patrón similar al conocido como espina de pescado[1].
Estos callejones adquieren nombres como close, wynd o court (patio). Hay varios famosos; por ejemplo, el James Court, construido entre 1723 y 1727 o el Advocate’s close (el Callejón del Abogado) que es un pasaje peatonal de 1544, constituido por una serie de escaleras que une la elegante calle Cockburn con la Milla Real. Algunos son simples senderos peatonales, pero otros deparan interesantes sorpresas.


12. LA CASA DE JOHN KNOX
En esta vivienda ubicada en la Milla Real y construida en 1450 pasó sus últimos años el gran reformador escocés John Knox (1513-1572), padre del presbiterianismo. Era un sacerdote católico que abrazó los vientos renovadores de la iglesia escocesa. Por su participación en una rebelión fue castigado a trabajos forzados durante dos años en una galera de la Armada Francesa. Liberado por gestión de Inglaterra, abrazó la Reforma Protestante, estuvo en Suiza y regresó más tarde a Escocia donde luchó como patriota.

En 1559 junto a otros líderes estableció las bases de la Iglesia Presbiteriana. En 1567 los escoceses lograron terminar con la dominación francesa; coincidentemente, la reina María I, la católica María Estuardo abdicó. A partir de allí Escocia se convirtió en una nación de fe protestante, de la cual Knox fue el dirigente más notable.

13. LA IGLESIA DE CANONGATE
Construida a fines del siglo XVII por James Smith, es la iglesia preferida de Isabel II, la reina de Inglaterra, cuando llega a Escocia. Durante nuestra visita a esta famosa pero austera capilla, la anciana que nos recibió comentó que la reina había participado del servicio religioso dos semanas atrás.

Se ha tratado de conservar el interior lo más fielmente posible a su diseño original.

El hermoso órgano que se puede observar al fondo de la planta superior fue instalado en 1988.

En uno de los costados tiene un pequeño cementerio que vale la pena recorrer no sólo por hallarse allí la tumba del padre del capitalismo moderno, Adam Smith, sino, y por sobre todo, para admirar las espectacular vista del Old Royal High School, inaugurado en 1829, ubicado en la ladera sur de Calton Hill, en el lado norte de la ciudad. Este edificio neoclásico también es conocido como New Parliament House por una propuesta que hubo en 1970 de trasladar allí el Parlamento.

14. MUSEO DE EDIMBURGO
Poniéndole color al gris plomizo del cielo y al color arena oscuro de los edificios, el Museo de Edimburgo se encuentra sobre la Royal Mile, muy cerca de la Iglesia de Canongate y del Parlamento Escocés. Ocupa una vieja casa construida en el siglo XV, la Huntly House.

El museo se abrió en 1932 y tiene una colección variada e interesante, pero nosotros preferimos admirar el exterior del edificio, que es una de las nueve construcciones más antiguas que sobreviven en la ciudad.

15. PARLAMENTO ESCOCÉS
Rompiendo la tendencia conservacionista de la Ciudad Vieja, y vecino al Palacio de Holyroodhouse, se encuentra el moderno edificio del Parlamento Escocés. Ocupa el extremo este de la Milla Real. Su construcción se inició en 1999 bajo el diseño y dirección del arquitecto catalán Enric Miralles, que murió durante las obras, y fue finalizada por su esposa y socia, la italiana Benedetta Tagliabue. Su partner en Escocia fue el prestigioso Estudio RMJM. El edificio de cuatro plantas está emplazado en el predio donde funcionó una conocida fábrica de cerveza; ha ganado premios, pero costó diez veces más de lo presupuestado.

El diseño se basa en el simbolismo. Por dentro parece una pequeña ciudad que representa la tierra escocesa, su gente y su cultura.

El Parlamento sesionó por primera vez en su nueva casa en 2004. Escocia cuenta con una asamblea legislativa desde 1235, que en aquel entonces estaba conformada por nobles y eclesiásticos, sesionando bajo el nombre de Gran Consejo del Rey.

16. PALACIO DE HOLYROODHOUSE
El Holyrood Palace se ubica en el extremo oeste de la Royal Mile, donde la famosa calle termina. Es la residencia de la monarquía inglesa en Escocia.

La construcción se inició en el siglo XV y, como en muchas grandes obras en Europa, avanzó por etapas, sufrió diferentes remodelaciones y tuvo diferentes influencias arquitectónicas.

En el siglo XVII padeció un gran incendio, pero fue reconstruida respetando el diseño original.

A diferencia de otros palacios su interior es sobrio, sin las habituales demostraciones de ostentación de la realeza. Cuenta con hermosos jardines y la visita guiada toma poco tiempo.

De todos modos, si no desea visitarla, puede tomar excelentes fotos de su fachada desde la verja principal.

Tip: Algo que no debe perderse durante la visita al palacio son las ruinas de la Abadía de Holyrood, levantada en 1128, que perteneció a la orden agustina. Fue sede de coronaciones y bodas reales.
A fines del siglo XVII el rey Jacobo II de Inglaterra tomó una medida que indignó al pueblo de Escocia: estableció un colegio jesuita en Holyrood y convirtió la iglesia en una capilla católica, que cedió a la Orden del Cardo, una antigua hermandad de caballería escocesa. La feligresía protestante fue trasladada a la Iglesia de Canongate.

El cambio duró poco, pues meses después, tras cambios en el trono de Inglaterra, el pueblo de Edimburgo saqueó el templo. La abadía fue restaurada en 1758 pero diez años después el techo se desplomó, siendo hoy un conjunto de ruinas que vale admirar por la majestuosidad de sus muros.

17. LAS VISTAS DE CALTON HILL
Desde el Old Town, se observan magníficas vistas de Calton Hill, que está del otro lado. Ubicada al final de Princes Street, en el New Town, esta colina posee varios monumentos que le dan un aura antiguo y misterioso.

Una de las construcciones más llamativas es el Monumento a Nelson (Nelson Monument), de principios del siglo XIX, dedicado al vencedor de la Batalla de Trafalgar.

18. ESTATUAS Y OTROS MONUMENTOS
La Ciudad Vieja de Edimburgo es como un enorme lienzo sobre el cual se han pintado bellas figuras: esculturas, fuentes, bajorrelieves, inscripciones. Compartimos brevemente algunas.
Justo frente a la St. Giles Cathedral se encuentran las City Chambers, un edificio erigido a mediados el siglo XVIII, luego restaurado y remodelado, que es cede del Ayuntamiento de Edimburgo. Su detalle más llamativo es la estatua de Alejandro Magno domando su famoso caballo Bucéfalo, hecha en bronce en 1832 por John Steell.

Volviendo a cruzar la calle, y dejando a nuestras espaldas la St. Giles Cathedral, se encuentran dos famosos monumentos urbanos: la estatua de Adam Smith, el autor de “La riqueza de las naciones”, y muy cerca de ella, la Cruz de Mercat, que no es una cruz sino un palo en cuyo extremo superior hay un pequeño unicornio dorado; el monumento está rodeado de una estructura de piedra octogonal. Originalmente servía para señalar el sitio de los castigos públicos a los criminales.

Una curiosidad es el águila de bronce atrapando una rata en el frente de la Gladstone’s Land, antigua residencia de comerciantes que ya hemos mencionado.

La Ciudad Vieja, con sus colores gris y arena, y aún sin el dorado del sol y el azul del cielo, tiene una atmósfera única. Si la visita, no use auto. Vale la pena caminarla hasta que los pies no puedan más.
© Pablo R. Bedrossian, 2018. Todos los derechos reservados.
BONUS: VIDEOS DE EDIMBURGO
REFERENCIAS
[1] Se lo debería llamar esqueleto de pescado pues las espinas confluyen en una columna vertebral.
CRÉDITOS MULTIMEDIA
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