Serie AVES DE CENTROAMÉRICA
“El quetzal solía cantar bellamente antes de la conquista española, pero ha quedado callado después; cantará otra vez cuando la tierra esté libre de verdad” (de una antigua leyenda guatemalteca)
El quetzal, cuyo nombre científico es Pharomachrus mocinno, es probablemente el ave más emblemática de Centroamérica. Aunque hay otros “quetzales” en Sudamérica que comparten los vistosos colores de esta especie, el verde brillante y el rojo encendido del macho, esta es la única con largas plumas, que la han hecho sinónimo de máxima belleza. Su nombre proviene de la voz náhuatl quetzalli, que significa algo así como “cola de hermoso plumaje”. El macho adulto mide entre 38 y 40.5cm, pero con su cola en serpentina[1] llega a los 61cm[2]. La cabeza, de un color intensamente verde, tiene una ligera cresta del mismo color y pico amarillo. El color verde a veces puede tornarse azul brillante dependiendo de la incidencia de los rayos de sol; el vientre es intensamente rojo. La hembra es más opaca, con la cabeza grisácea, el pecho y las partes superiores verdes, y la panza gris. Las plumas cobertoras de la parte superior de la cola son rojas.
Los quetzales son muy difíciles de ver, y recorren vastas zonas buscando el alimento. Su temporada de cría aproximadamente en marzo y abril. El fruto que consumen se conoce popularmente como aguacatillo. Se les llama así porque parecen aguacates (en algunos países de Sudamérica denominados paltas) pequeños. Son todos de la misma familia del aguacate, las lauráceas. En Honduras hay entre 50 y 60 especies diferentes, que correspoden a los géneros Aiouea, Beilschmiedia, Cinnamomum, Licaria, Nectandra, Ocotea, Persea y Pleurothyrium. Solamente había visto cuatro quetzales en una ocasión, muy de madrugada, en el Parque Nacional La Tigra, cercano a Tegucigalpa, y un nido vacío en el hueco de un árbol, en el Parque Nacional El Cusuco. Pero en el Parque Nacional Montaña de Santa Bárbara, pude admirarlos desde muy cerca (entre 10 y 20 metros de distancia) lo que hizo de la visita una experiencia inolvidable.
EL AVISTAMIENTO
Accedimos a este Parque Nacional, ubicado muy cerca del Lago Yojoa, desde la ciudad de Peña Blanca, tomando el camino a Las Vegas, doblando luego a la derecha en el desvío de las comunidades Los Andes y El Cedral, pertenecientes al Departamento de Santa Bárbara. Es una zona donde uno asciende a unos de 1,300 metros de altura. Antes de llegar a la zona más poblada de la aldea El Cedral, se encuentra la casa del guía, don Leonel Chávez, un hombre preparado para atender adecuadamente al visitante.
Tras recorrer un trecho pedregoso, comenzamos a ascender la montaña por un sendero lodoso a causa de las fuertes lluvias de la semana anterior. Tras caminar unos 20’ entramos al bosque que tiene una bella variedad de árboles y flores. A medida que subíamos, el clima se tornaba más fresco a pesar del calor que generan los músculos en movimiento. Ascendimos cerca de 250 metros hasta la zona donde en encuentran los altos árboles que ofrecen al quetzal su comida. Cuando estábamos a unos 1500 metros sobre el nivel del mar[3] encontramos los quetzales en el lugar prefijado -un espacio no mayor a dos manzanas-: diez machos (tres de ellos juveniles) y siete hembras. Estaban quietos “perchando”, como se dice en Honduras, a veces ocultos en un espeso follaje, y por momentos descansando al descubierto, en ramas que los exponían a los escasos rayos de sol que se filtraban a través de los nubarrones. Cuando comenzó a llover no se movieron. Tal como señaló nuestro guía, entre las 11 y las 12 del mediodía fue la mejor hora para la observación. Luego de las obligadas fotos descendimos emocionados por haberlos contemplado.
EL PARQUE NACIONAL MONTAÑA DE SANTA BÁRBARA
El Parque Nacional Montaña de Santa Bárbara fue establecido por el Decreto 87-87 del Congreso Nacional de Honduras, dentro de la Ley de Protección de Bosques Nublados[4]. Dentro de él se encuentra el segundo pico más alto de Honduras, el Maroncho, de 2744m. La Montaña de Santa Bárbara es un macizo montañoso de forma triangular con pronunciadas pendientes a sus tres lados, constituyendo una barrera física al avance de la destrucción por la tala y quema, aunque ha habido invasiones incluso a alturas cercanas a los 2,000m[5]. Esta montaña es una formación masiva de cal, constituyendo la única montaña caliza de altura en Centroamérica. Hay explotación minera en su ladera este (las famosas minas de El Mochito). El Parque Nacional cuenta con una superficie total de 321.23 km2, de los cuales 190.27 km2 pertenecen a la zona de amortiguamiento y 130.96 km2 a la zona núcleo que se encuentra sobre los 1800m. Los quetzales se observan en la zona de amortiguamiento, en la falda del lado este, en las cercanías y al oeste en la aldea de El Cedral[6]. En esta aldea y otras comunidades aledañas al Parque, se cultiva café y la población vive de la agricultura. No hay delincuencia y la gente convive en paz. El Parque Nacional Montaña de Santa Bárbara es un bosque nublado. Los bosques nublados son bosques húmedos tropicales o subtropicales, con una alta concentración de niebla superficial, sobre todo en la parte superior de sus árboles. Están cubiertos casi totalmente por musgos y vegetación. Generalmente se forman alrededor de montañas, porque retienen la humedad de nubes en formación.
Los invito a sumarse a la página en Facebook llamada El Cedral Las Vegas SB para conocer más de esta pequeña pero vibrante comunidad.
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VIDEOS:
Los videos tomados durante nuestra visita pueden verse en:
Quetzal macho:
Quetzal hembra:
© Pablo R. Bedrossian, 2014. Todos los derechos reservados.
AGRADECIMIENTOS:
A Jafeth Zablah por descubrir este mágico lugar y compartirlo con sus «aleros» de birdwatching.
A Ricardo Bueso, suegro de Jafeth Zablah, por el excelente documento que permite llegar al punto de observación de quetzales con lujo de detalles.
A la Dra.Sherry Lyn “Pilar” Thorn por su habitual ayuda generosa en el conocimiento de los detalles de las aves.
Al Dr.Cyril Nelson por su asesoramiento en cuanto a los “aguacatillos”.
Al guía Leonel Chávez por su amabilidad y generosa actitud hacia los visitantes.
REFERENCIAS
CRÉDITOS MULTIMEDIA
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