Serie “CONFIESO QUE HE LEÍDO”
Título: “Estudio en escarlata”
Autor: Arthur Conan Doyle
Año: 1887
“Estudio en escarlata” es creación de Arthur Conan Doyle, un médico y escritor de origen irlandés nacido en Escocia. Su fama proviene del personaje principal, el archiconocido Sherlock Holmes, quien casi 150 años después sobrevive en la memoria colectiva.
La novela fue publicada originalmente en noviembre de 1887 por en la revista Beeton’s Christmas Annual, pero se volvió popular al año siguiente tras ser lanzada como libro, con ilustraciones de Charles A. Doyle, padre del autor.
Correspondiente al género policial, la historia transcurre a finales del siglo XIX. Es relatada por el Dr. John Watson, (aquel del famoso “¡Elemental, Watson!”), un médico militar que, herido durante una guerra en Afganistán, se ve obligado a retirarse. Habiendo gastado sus ahorros, decide rentar un apartamento compartido en Londres y no encuentra otro compañero que el excéntrico detective privado, una mezcla de científico y maniático obsesivo, que no deja sin observar e interpretar ningún detalle.
A pedido de detectives de Scotland Yard, Holmes es convocado para desentrañar un hecho extraño: la muerte de un desconocido, sin herida alguna, pero con rastros de sangre alrededor suyo. Watson lo acompaña y nos refiere los hechos. Las deducciones de Sherlock Holmes son sorprendentes y propone la solución del caso. Sin embargo, y ese es quizás el gran acierto de la obra, allí termina la primera parte. La segunda empieza no en Inglaterra sino en un desierto de Norteamérica surcado por una enorme caravana. La descripción de la marcha ubica al lector en otra dimensión y no conoce qué eslabón puede unir una fila de polvorientas carretas en el nuevo continente a la muerte de un desconocido en Inglaterra. Allí se revela Arthur Conan Doyle como un magnífico narrador, conduciendo al lector por un camino que no imaginaba.
En los dos últimos capítulos de la segunda parte el Dr. Watson retoma el relato en primera persona. El inefable Sherlock Holmes revela allí las claves del crimen, una historia de amor, odio y venganza.
BONUS: ACERCA DE UNA CONTROVERSIA CREADA POR LA NOVELA.
La obra, que tiene varias pinceladas de humor (basta ver el trato sarcástico de Holmes a los sabuesos de Scotland Yard), ha despertado una fuerte polémica debido al autoritarismo extremo que atribuye a los líderes de un grupo religioso. Para muchos resulta inaceptable, dejando en evidencia que es difícil escribir algo sin que algunos se molesten. En nuestra opinión, y sabiendo que se trata de una obra de ficción, nos parece que esa crítica es más bien una muestra de intolerancia de sus detractores.
Estamos inmersos en una cultura de cristal donde cualquiera se rompe -se ofende- ante el menor golpecito. Pareciera estar de moda el negocio de victimización. En lugar de debatir y de opinar, se nos dirige hacia una suerte de dogma donde solo cuenta lo políticamente correcto. Si no hay discusión y libertad de expresión, la verdad no será la verdad sino una afirmación impuesta por la fuerza.
Mario Vargas Llosa en un artículo publicado en 2003 sostuvo “cada vez va siendo más difícil escribir sin llevarse de encuentro a alguien, sin infligir un involuntario mandoble a una asociación, comunidad, fraternidad, religión o colectivo de cualquier índole, que legítimamente protestará sintiéndose ofendido o calumniado. Pensé que, por ejemplo, hoy le hubiera sido absolutamente imposible a Ernesto Sábato publicar su mejor novela, ‘Sobre héroes y tumbas’, porque probablemente la genial y delirante diatriba de sus páginas, el ‘Informe para ciegos’, lo habría expuesto a la vindicta de las asociaciones de invidentes y, acaso, hasta un proceso judicial. Avanza la justicia, sin duda, pero a un precio bastante alto: los recortes a la libertad”[1]. Coincidimos plenamente con él.
© Pablo R. Bedrossian, 2021. Todos los derechos reservados.
REFERENCIAS
[1] Vargas Llosa, Mario, “Recado a los tartamudos”, Diario El País, España, 19/07/2003