EL BOCHORNOSO BOCA – RIVER Y EL ORIGEN DEL MAL (por Pablo R. Bedrossian)

Serie SIMPLEMENTE FÚTBOL

Hubo ocasiones peores, como cuando murieron 71 hinchas de Boca en la fatídica puerta 12 del Monumental. Pero el bochorno vivido en el Boca – River del 14 de mayo de 2015, ha tenido también un enorme impacto al revelar contundentemente uno de los problemas sociales más graves de la Argentina.

No me refiero a los barras que atacaron con una sustancia irritante a los jugadores de River, sino a un sistema de conveniencias, connivencias y complicidades que está terminando con lo que queda del deshilachado tejido social.

Observamos por TV cómo una persona con el rostro parcialmente cubierto intentaba abrir el alambrado del La Bombonera que daba a la manga visitante. Vimos en los diarios fotos de personas arrojando objetos. Más triste aún, vimos como los jugadores de Boca demagógicamente saludaban a su hinchada en lugar de acompañar a los de River para evitar que fueran agredidos en la salida del campo de juego. Vimos indecisión en los responsables de la organización del evento, más preocupados en continuar el partido que en la salud de los afectados.

En la Argentina suceden estas cosas porque muchos dirigentes, que con frecuencia son a la vez líderes políticos, empresariales o sindicales tienen acuerdos con barrabravas para servir a sus fines, siempre económicos y de poder. Los barras son su fuerza de choque, que no sólo están a cargo de los bombos, los cantos y los trapos en los actos y partidos, sino que sirven para hacer amenazas y escraches, aprietes y palizas a jugadores, adversarios, funcionarios, periodistas o a quienes esos dirigentes les indiquen. Como pago, les dan entradas gratuitas, viajes a los partidos, dinero y carta libre para que en la semana muchos delincan; incluso nadie se escandaliza cuando los mismos dirigentes pagan abogados para sacarlos de alguna comisaría. Lo más grave no es que la sociedad enfrenta al crimen organizado, una forma de mafia enquistada en su médula, sino que las autoridades no la combaten porque no hay voluntad política. Sería para algunos escupir para el techo. Como decía Leonardo Da Vinci, “quien no castiga la violencia ordena que se haga”.

La frase esgrimida por algunos directivos “por 20 inadaptados no debe pagar toda la gente” debe ser erradicada por dos razones: no son “veinte” (son muchos más) y, más importante aún, porque habla de sus protegidos. El problema comienza por la cabeza, y la dirigencia del fútbol argentino tiene demasiadas cabezas podridas.

Argentina's River Plate footballers react after being pepper sprayed  by Boca Junior supporters before the start of the second half of the Copa Libertadores 2015 second leg football match at the
AFP PHOTO / JUAN MABROMATA

© Pablo R. Bedrossian, 2015. Todos los derechos reservados, a excepción de los derechos de la fotografía.


CRÉDITOS MULTIMEDIA

AFP PHOTO / JUAN MABROMATA, tomada del sitio http://www.emol.com

2 Comments

  1. Te faltó decir algo Pablo, que es lo más importante y que no hay que dejar de ver y de decir… es LA DROGA que se pasan entre ellos capos maffia! Es la droga que es la transversalidad del kirchnerismo, por la cual es política de estado no tener radares, no tener gendarmería en los lugares que se necesitan, no tener nafta los de prefectura para las lanchas, es la droga la que se maneja en todos los estamentos de nuestra nación… es la DROGA consecuencia de hampa, maffia, trata,violencia, corrupción y por esta corrupción caemos en las manos de monsanto, mineras a cielo abierto, monocultivos, glifosato, enfermedad y muerte!!! Esta es la ‘transversalidad’… el que dice la verdad no miente… la verdad no gusta… pero es la verdad… en todos lados están las zapatillas colgadas de los cables…

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