Serie “GRANDES EDIFICIOS DE BUENOS AIRES”
Con sus 100 metros de altura y su imponente cúpula, el Palacio Barolo es el edificio más distinguido y a la vez más curioso de la Avenida de Mayo, por su combinación de estilos y el valor alegórico de sus detalles.

Este coloso arquitectónico se levanta entre las calles San José y Santiago del Estero en el barrio de Monserrat, dentro del macrocentro de la ciudad de Buenos Aires. Se ingresa por el pasaje de la Planta Baja, que lo comunica directamente con la calle Hipólito Yrigoyen. A mitad de camino, a ambos lados, se encuentran las escaleras y ascensores que conducen a las cientos de oficinas que hoy alberga.


En un extraordinario artículo sobre el Palacio Barolo, Carlos Hilger, arquitecto y profesor de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, cuenta la historia del Palacio Barolo. Hace primero un apretado resumen de la cosmografía tripartita de La Divina Comedia, que sirvió de modelo para el emblemático edificio porteño. Dejemos que él nos introduzca en la historia, que es en realidad un sueño de Mario Palanti (1885-1979), el arquitecto italiano que lo construyó entre 1919 y 1923:
“El expresionismo alemán significó un renacimiento de la tradición constructivista gótica. Estaba muy de moda proponer templos laicos que convocaran a la hermandad del hombre, a la fraternidad y al amor universal. Palanti se había formado en la Universidad de Brera, en Milán, bajo los estigmas de esta cultura. Llega a Buenos Aires en 1909. Trabaja con el arquitecto Prins en un proyecto que es la ‘Facultad de Derecho’, actualmente la Facultad de Ingeniería de Las Heras y Azcuénaga. La diseñan en estilo gótico con forma de catedral cristiana, que homenajeaba la igualdad del hombre a través del Derecho. Desde su llegada diseña una variedad muy extensa de templos y sepulcros, propuestas que realiza sin un cometido específico y que expondrá y publicará en sus libros. Templos a la voluntad, otros al héroe latino”[1].

A partir de allí, Hilger se enfoca en Dante Alighieri (1265-1321), autor de “La Divina Comedia”. Considerada una de las obras cumbres de la Humanidad, es un poema escrito entre 1304 y su muerte, que relata una epopeya -sin duda, alegórica- que lo tiene como protagonista. La obra se divide en tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso. Dicen que cuando la gente veía a Dante por la calle decía:
– Ahí viene el hombre que estuvo en el infierno.
Pero dejemos que el historiador nos siga contando:
“Dante, se sabe, pertenecía a una logia medieval, la ‘Fede Santa’, del mismo modo que Palanti. Esta hermandad, que perdura hasta nuestros días, venera la figura de Dante como ‘obispo’ de la misma y difusor de la metáfora moralizante del Infierno, Purgatorio y Paraíso, que mostraba tres modos de ser de la humanidad: vicio, virtud, perfección… Palanti viene a las tierras del purgatorio con un encargo constructivista: desarrollar un templo bajo la Cruz del Sur, un templo en el eje ascensional de las almas, celebrando el VI Centenario de la revelación de Dante».
Hilger continúa: «No tenía medios materiales para construirlo; solamente a través de la voluntad y de la fe debía hallar el camino constructivo. Hace varios intentos: un templo votivo, una catedral para Buenos Aires (236 metros dc altura), sepulcros y monumentos dantescos escatológicos (creencias y doctrinas relacionadas con la vida de ultratumba). Después de algún tiempo en Buenos Aires, Palanti encuentra a Luis Barolo, un italiano que había llegado en 1890 y que instaló unos telares de tejido de punto. Sus casimires adquirieron una difusión extraordinaria y paulatinamente el éxito coronó sus esfuerzos. El financió la construcción del Pasaje que lleva su nombre».

Más adelante explica «El edificio es una maqueta ilustrada del cosmos, siguiendo la tradición de la catedral gótica. La catedral era concebida como el opus supremo de la albañilería de la Edad Media; el templo era la traducción en piedra de los Testamentos; debía ser capaz de oponerse a los tiempos y a las multitudes, con el fin de preservar el conocimiento. Cada elemento constitutivo del templo tenía que hacer alusión a un símbolo… Palanti deja dicho que esto es un templo en las inscripciones del techo”.
Según Hilger el edificio lleva la impronta de lo místico pues hay un profundo simbolismo en cada detalle. Toda la obra es una representación del universo dantesco, tal como lo presenta en La Divina Comedia.
Pero hagamos una pausa en su relato para observar la obra y formularnos una pregunta: ¿qué estilo arquitectónico tiene el Barolo? Es un edificio ecléctico, pero con una combinación única de estilos neorromántico y neogótico, con la cúpula con su exclusivo estilo indio de la región de Budanishar que, según refiere el website del edificio, “representa la unión tántrica entre Dante y Beatriche, los protagonistas de la Divina Comedia”[2].
Volvamos a nuestro experto relator: “La división general del edificio y del poema es ternaria: Infierno, Purgatorio y Cielo. El número de jerarquías infernales es el nueve; nueve son las bóvedas de acceso al edificio que representan pasos de iniciación, cada uno enumerado y descripto con frases en latín en cada bóveda…El número siete son las divisiones del Purgatorio y de la torre del Barolo, que lo representa… Palanti no representa los nueve cielos sino a través de la puerta, que es el faro de 300.000 bujías; sobre él la constelación de la Cruz del Sur: la entrada de los cielos, que se la puede ver sobre el Barolo en los primeros días del mes de junio a las 19:30 alineadas con su eje. Cien son los cantos de La Divina Comedia, cien metros la altura del Pasaje. La mayoría de los cantos comprende once o veintidós estrofas; los pisos del edificio están divididos en once módulos por frente, veintidós módulos de oficinas por bloque; la altura es de veintidós pisos: catorce de basamento, siete de torre, un faro».
«Estos números representan para la naometría tradicional[3] símbolos sagrados. 22/7 es la expresión aproximativa en números enteros de la relación de la circunferencia con su diámetro; el conjunto de estos números representa el círculo, la figura más perfecta para Dante como para los pitagóricos. El número veintidós representa los símbolos de los movimientos elementales de la física aristotélica. Once representa a la Fede Santa y a los templarios. 99 + 1 es el total de nombres de Dios (cien cantos, cien metros). Dante murió en Ravena el 13 de setiembre de 1321. Pocos días antes había terminado los últimos versos del Paraíso, culminando La Comedia. Llevaba veinte años de exilio político de su ciudad, Florencia, que lo había deportado, despojado de sus bienes, declarado traidor… Palanti y Barolo trataron de terminar el Pasaje para esa fecha: ‘el monumento al genio latino’ en América. Su sueño no terminó allí; así como la catedral era sepulcro de prohombres de su época, soñaron que el Pasaje fuera el sepulcro definitivo del Dante, el lugar donde Dante mismo hubiera preferido descansar”.
La razón de este enigmático propósito la devela Leonel Contreras en su obra “Rascacielos Porteños”[4]: “Los restos de Dante Alighieri habían estado desaparecidos durante tres siglos. Reaparecieron en 1865, en un convento de Ravenna junto a dos cartas que testificaban la autenticidad de los mismos. Como Palanti y Barolo suponían que en Europa iría a haber nuevas guerras que posiblemente fuesen mucho más destructivas que la Primera Guerra Mundial, se propusieron que aquel rascacielos a construir fuera el monumento al ‘genio latino en América’. Cuando llegara el momento de la nueva guerra y los restos del Dante debieran ser salvados de la destrucción, éstos serían trasladados a Buenos Aires y así el edificio de Barolo se convertiría en la tumba del Dante”.
Dejemos que Hilger se despida contando el epílogo: “Es por eso que Palanti diseña la escultura ‘Ascensión’, inspirada en bocetos de la tumba de Dante de Miguel Angel, para ser colocada en el axis ascensional en la cúpula central del Barolo. Palanti buscaba las mismas respuestas que buscamos todos. Soñó con la dicha y jugó con la ficción de encontrarla, pero le ocurrió lo que suele ocurrir con los sueños… flotaban más allá de lo expresable y lo inexpresable. El edificio se cernía sobre el universo, sobre la nada. No obstante su obsesión, no pudo retenerlo; no podía hacerlo; era inconcebiblemente indigno de confianza pues estaba más allá del lenguaje… El Pasaje está allí, ahora y para siempre…Su narcisismo es tan inquebrantable como exclusivo. Barolo murió cerca de la fecha de inauguración del edificio. Palanti retornó a Italia y con el tiempo abandonó la arquitectura”.

Un detalle no menor es que el Barolo tiene un “hermano” en Montevideo, Uruguay: El Palacio Salvo, construido también por Palanti, en el mismo estilo ecléctico y con ese misterio fascinante que encierra lo oculto que hay en los símbolos”. Construido en 1928, tiene cinco metros menos que su “gemelo”. Se dice que Palanti quiso unir Buenos Aires y Montevideo con un «puente de luz» sobre el Río de la Plata, mediante los faros en las cúpulas de ambos edificios.
En 1997 el Palacio Barolo fue declarado Monumento Histórico Nacional. Su faro, ubicado en la cima, volvió a funcionar en 2009. En 2012 se estrenó el premiado documental “El Rascacielos Latino”, de Sebastián Schindel sobre la historia y los detalles del magno edificio; y, como la cereza sobre el helado, Gustavo Malajovich, en su novela “El jardín de bronce”[5] sitúa en una de sus oficinas a Doberti, un entrañable personaje. La introducción del capítulo 4 nos sirve como despedida: “Cuando llegó a la esquina de San José y Avenida de Mayo vio la mole del Palacio Barolo, como un ídolo gigantesco y en sombras que presidía las alturas. Solo Jonás desde el vientre de la ballena podría haber soñado este edificio. Era una catedral construida por alguien desesperado por volver a ser amado por Dios. El edificio era un mito absoluto, pero cuando Fabián cursó arquitectura descubrió que pocos lo tenían en cuenta… Nadie recordaba a Mario Palanti y sus edificios construidos con la materia de los sueños…[6]”.
© Pablo R. Bedrossian, 2014. Todos los derechos reservados.
REFERENCIAS
[1] http://www.pbarolo.com.ar/sitio/palacio-barolo
[2] Hilger, Carlos en https://www.facebook.com/note.php?note_id=165509440205717
[3] Según Aimé Michel, en http://alcione.cl/?p=703, la Naometría era una suerte de profecía apocalíptica de tipo místico. Su diseño lleva una cruz con una rosa en su centro. la simbología utilizada es una numerología basada sobre las proporciones del Templo de Salomón.
[4] Contreras, Leonel, “Rascacielos Porteños”, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 2005, p.72
[5] Bedrossian, Pablo https://pablobedrossian.wordpress.com/2014/02/19/el-jardin-de-bronce-la-opera-prima-de-gustavo-malajovich-por-pablo-r-bedrossian/ Allí puede leerse mi comentario a esta magnífica novela.
[6] Malajovich, Gustavo, “El jardín de bronce”, Plaza Janés, 2012
CRÉDITOS MULTIMEDIA
Todas las fotografías fueron tomadas por el autor de esta nota y es el dueño de todos sus derechos.
MÁS ARTÍCULOS DE LA SERIE “GRANDES EDIFICIOS DE BUENOS AIRES”
Hermosa nota y precioso el dato, que desconocía. Abrazo!»
El Barolo es uno de los emblemas de Buenos Aires. Y siempre tiene algun dato nuevo. Linda nota.
Gracias, Marcos, querido amigo y maestro de la comunicación.
PABLO, ES UN PLACER VER TANTO ARTE JUNTO, SI DIOS ME PRESTA LA VIDA, ME GUSTARIA IR A VERLO. GRACIAS SOS GENIAL.
Gracias, Marilusi! Hay visitas guiadas. Puede averiguar en http://www.pbarolo.com.ar/sitio/visitas-guiadas En mi próximo viaje la hago seguro. Besos y gracias!
SR PABLO BEDROSSIAN HE VISTO HOY EN MI CASA EN FACEBOOK ESTE PALACIO TAN PERO TAN BELLO QUE UNO LO VE TODOS LOS DIAS Y JAMAS SE DETIENE CON LA PRISA QUE UNO LLEVA……Y A LA QUE BUENOS AIRES NOS OBILGA A LLEVAR EN REPARAR Y VER LO BELLO DE ESTE HERMOSO PALACIO ….QUE EN SUERTE «NUESTRA » BELLA BUENOS AIRES SE DA EL LUJO DE TENER Y DE MOSTRAR AL MUNDO …..CUANTOO BUEN GUSTO ….CUANTA GALANURA ….CUANTO TOQUE ARTISTICO ……UNA EXISITEZ …!!!!…….UNO SE REGODEA Y AGRADECE EL QUE A VECES TENGAMOS UN TIEMPO DE PODER CONTENPLAR Y ADMIRAR LO HERMOSO Y BELLO PALACIO QUE LOS CAPITALINOS …ARGENTINOS Y TURISTAS TENEMOS EN SUERTE PODER VER Y ADMIRAR
…..UN SALUDO SR PABLO «
Graciassss mil,cuanta información
Interesante,yo estuve ahí es maravilloso