ULISES EYHERABIDE: UNA VIDA CON PROPÓSITO (por Pablo R. Bedrossian)

Acaba de partir de este mundo Ulises Eyherabide tras luchar contra una dura enfermedad que lo sorprendió en la plenitud de la vida; nos da una inmensa pena. Fue la voz de Rescate y líder de esa banda que inspiró y bendijo a miles de jóvenes durante más de tres décadas.

Ulises probablemente ha sido el cantante argentino que llegó con el mensaje de Jesús a mayor cantidad de personas fuera de las iglesias. Fue amado y admirado por multitudes. Sin embargo, no quiero escribir una hagiografía, sino mencionar el legado que nos deja una vida con propósito, algo que también es fruto del trabajo colectivo de toda la banda.

De izquierda a derecha Miguel Kircos, el autor de esta nota, Ulises Eyherabide, Lucas Leys y Graciela Nieto

En primer lugar, para trascender hay que jugarse por lo que uno cree. Es imposible influenciar positivamente a otros viviendo a medias. Dicen que el que gana la batalla es aquel que está dispuesto a morir por lo que lucha. Jesús dijo: “Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto”[1]. Ulises lo dio todo, incluso postergando su profesión, la arquitectura, para cumplir su misión en la Tierra.

En segundo lugar, para comunicar la buena noticia de Jesús hay que salir de las paredes, como dice una canción de Danny Baker. Alguna vez escuché que un profano es el que quiere vivir dentro del templo como si viviera afuera y el fanático es el que quiere vivir fuera del templo como si estuviera adentro. Ulises se despojó de la religiosidad que, en lugar de liberar, encadena a muchos; no adhirió a dogmas, pues la fe genuina no adopta un molde determinado.

Con Rubén López, Sergio Ramos y Ulises Eyherabide de Rescate en casa

En tercer lugar, para que la gente se acerque a Dios hay que acercarse a la gente. ¿Qué construimos? ¿Muros o puentes? “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”[2]. Muchas veces observamos una actitud condenatoria hacia aquel que no es parte de la comunidad de fe, tal como el personaje de una parábola que contó Jesús: “El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres”[3]. A través de la música, Ulises, junto a Rescate, no se puso ni por encima del prójimo, sino a su lado.

Finalmente, para hacer realidad los sueños, hay que creer. Ulises tenía un proverbial buen humor; sin embargo, nada le resultó fácil. Los argentinos conocemos muy bien el dicho “Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires”. Era de San Nicolás, una ciudad pequeña, cerca de Rosario. Sabemos que todo es mucho más difícil para el que no vive en “la capital”. Sin embargo, eso no fue un obstáculo para que él, como la banda, se atreviera a luchar por lo que creía: servir a Dios y a sus semejantes a través de la música.

Más allá de nuestros errores, imperfecciones y fracasos, todos podemos hacer algo por alguien. ¿Cuál será nuestro legado? Lo único que nos llevaremos de esta vida es lo que damos. Ulises ya forma parte de esa gran nube de testigos de la que habla la Epístola a los Hebreos; entonces, considerando esa herencia, “despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús”[4]. Una vida con propósito no se puede vivir a medias.

© Pablo R. Bedrossian, 2022. Todos los derechos reservados.


REFERENCIAS

[1] Juan 12:24

[2] Juan 3:17

[3] Lucas 18:11

[4] Ep. a los Hebreos 12:1-2a


CRÉDITOS MULTIMEDIA

Todas las fotografías fueron tomadas por el autor de esta nota y es el dueño de todos sus derechos. 

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