EN ESTA NAVIDAD SIGAMOS LA ESTRELLA (por Pablo R. Bedrossian, ilustrada por Benjamín Pujol)

“El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz”[1]

De los cuatro relatos de la vida de Jesús, llamados evangelios, solo dos presentan el nacimiento de Jesús: Mateo y Lucas. De ambos, solo Mateo relata la misteriosa visita de unos magos de Oriente que siguiendo una estrella buscaban al nuevo rey:

 “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle… y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra”[2].

«Luz del Mundo» por Benjamín Pujol; acrílico sobre papel, año 2020

Nótese que los famosos Reyes Magos no eran ni reyes ni tres, sino probablemente astrónomos. ¿Cómo llegaron a tener contacto con Jesús?

Del relato puede inferirse que primeramente estuvieron atentos. Hoy pocas personas levantan su mirada hacia arriba. Estamos tan concentrados en nuestras actividades diarias que perdemos de vista que la vida es mucho más de lo que vemos.

Al observar esa estrella movediza, acaso un cometa, también reconocieron una señal. En nuestro mundo materialista, pareciera que solo existe aquello percibido por los sentidos. Muchos no creen en Dios simplemente porque no lo ven; a pocos se les corre pensar, por ejemplo, que la naturaleza misma nos habla de su existencia. Prefieren atribuir la vida a la casualidad que ver en ella un signo de la divinidad.

«La Alegría de José» por Benjamín Pujol; acrílico sobre papel, año 2020

Tampoco se quedaron simplemente fascinados con su descubrimiento. Muchas personas cuando descubren algo, lo admiran, pero no reaccionan. Los magos no se conformaron con saber: se pusieron en movimiento. Solo el que busca encuentra.

Finalmente, marcharon con fe siguiendo el camino que la estrella les trazaba; la prueba de esa fe está en los regalos que llevaban preparados. El relato dice que los magos que al ver a Jesús “postrándose, lo adoraron”.

«Cristo viene Pronto» por Benjamín Pujol; acrílico sobre lienzo, año 2019

En un mundo complejo como el nuestro, donde la desesperanza, el materialismo y la violencia son moneda corriente, muchos se encuentran como aquellos magos: esperando una buena noticia. Necesitan recuperar la esperanza. Estar atentos, reconocer las señales, emprender el viaje y caminar con fe condujo a aquellos astrónomos a ese ansiado encuentro con Jesús.

Desde luego, Jesús ya no es ese niño en pañales, sino el que pasó la cruz y resucitó de los muertos, el Rey de reyes y Señor de señores. Si en esta Navidad quiere un cambio, atrévase a encontrarlo; como escribió el profeta Isaías: “Buscad a Dios mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano”[3].

© Pablo R. Bedrossian, 2020. Todos los derechos reservados.


REFERENCIAS

[1] Isaías 9:2

[2] Evangelio de Mateo 2:1-2,9b-11

[3] Isaías 55:6

3 Comments

  1. Hola Pablo. Que tal. Mi nombre es Gloria, soy de Bs As. Argentina. Participe de tu curso por Valores. y queria saber si tenes algun mail para hacerte una consulta. gracias y saludos.

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