Serie CONFIESO QUE HE LEÍDO
Eduardo Sacheri es uno de los escritores más originales que ha dado la Argentina. No escribe con la excelsa pluma de Borges, ni con la profunda presencia de significado de Sábato. Ha creado, más bien, una literatura llena de emociones utilizando palabras sencillas. Ubica a personas comunes en situaciones inesperadas. Crea una secuencia que se inicia con una pérdida, a partir de la cual se genera un conflicto interior; le sigue la búsqueda de una salida, la toma de decisiones y finalmente la ejecución de un plan. Tal es el caso de “El secreto de sus ojos”, donde el personaje Ricardo Morales se enfrenta al cruel asesinato de su esposa, y de “La noche de la usina”, donde seis amigos son víctimas un vil engaño que los ha hecho perder los ahorros de toda su vida.
Corre el año 2001 y, aunque las autoridades lo niegan, la Argentina está al borde del estallido económico. En un pueblo de la Provincia de Buenos Aires, al que Sacheri llama O’Connor, vecinos y conocidos deciden asociarse para hacer una inversión. Un inescrupuloso gerente bancario les propone depositar los dólares que han reunido, ocultándoles la crisis que sobrevendrá de inmediato: el famoso corralito que les impedirá no sólo disponer de su dinero, sino que les devolverá a cuenta gotas y en moneda nacional sólo un tercio de lo depositado. El gerente, a cambio de una sabrosa comisión, entrega los billetes norteamericanos a uno de los hombres poderosos de la zona, sabiendo que podrá culpar al gobierno por la pérdida de los ingenuos inversores. A partir de allí se suceden los hechos y nace la trama que transcurre entre dos ejes -para algunos antagónicos y para otros sinérgicos-, la justicia y la venganza. Además, y quizás por sobre todo, el relato es un canto a la amistad.
Aunque descreo de los concursos literarios, corresponde mencionar que ha recibido el Premio Alfaguara en 2016. En mi opinión, “La noche de la usina” no es una gran novela, pero es una buena historia. Entretendrá a sus lectores hasta el final y no dudo que, por su estilo visual, pronto será llevada al cine.
© Pablo R. Bedrossian, 2017. Todos los derechos reservados.