COMENTARIO A “OPERACIÓN PICO BONITO” DE SELVIN FERNÁNDEZ PINEDA (por Pablo R. Bedrossian)

Serie CONFIESO QUE HE LEÍDO

Título: “Operación Pico Bonito”

Autor: Selvin Fernández Pineda

Año: 2001

Encontré este libro en una cafetería, donde estaba a la venta. Me atrajo el título y lo compré. Pico Bonito es uno de los cerros más altos de Honduras; le da el nombre a un parque nacional dentro del cual se encuentra. Lo de Operación sonaba a narco, así que, sabiendo de los carteles que se extienden desde Colombia hasta México, el libro parecía prometedor.

Comienzo con lo más importante: la narración atrapa del principio hasta el final. Tiene realismo y muestra aspectos fácilmente reconocibles de la cultura catracha[1]. En los diálogos se refleja el trato familiar, los modismos y la acostumbrada connivencia entre criminales y autoridades a la hora de hacer negocios. 

El relato comienza en Roatán, una de las maravillosas islas que Honduras tiene en el Caribe; luego se traslada a la ciudad de La Ceiba[2], vecina al Parque Nacional Pico Bonito y tercera ciudad del país. Allí se despliega la historia de suspenso y acción, cuyo desenlace el lector difícilmente pueda intuir.

Aunque insistimos que lo principal de un texto -atraer, cautivar e impactar- se cumple plenamente, el libro padece de los típicos problemas de una edición de autor: errores ortográficos, tipográficos y de redacción. No desmerece la trama, pero le priva del brillo que la historia merece. Con un buen editor “Operación Pico Bonito” hubiera podido competir con cualquier otra novela sobre el tema e incluso ser llevada al cine.

No sabemos cómo el libro llegó a la cafetería (era el único que se vendía y solo quedaban tres ejemplares) y nos sorprendió que hubiera sido escrito en 2001, pues jamás habíamos escuchado de la obra, ni del autor. A pesar de sus falencias formales, su lectura fue adictiva. No es alta literatura, pero es original, dinámica y entretenida.

© Pablo R. Bedrossian, 2023. Todos los derechos reservados.


REFERENCIAS

[1] Catracho es un gentilicio popular, por el cual los hondureños se nombran a sí mismos. Hay una copla que dice “No hay pueblo más macho que el pueblo catracho”.

[2] Ya hemos comentado una obra que transcurre en La Ceiba ,”Guardián nocturno” de Jorge Miralda. un ingenioso diálogo para presentar una serie de crudos acontecimientos ocurridos en esa ciudad. Nuestro artículo puede leerse en https://pablobedrossian.com/2016/06/01/guardian-nocturnoy-sus-historias-de-la-ceiba-por-pablo-r-bedrossian/

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