Serie CONFIESO QUE HE LEÍDO
Título: “La máquina del tiempo”
Autor: H. G. Wells
Año: 1895
Un grupo escucha el sorprendente anuncio de su anfitrión: la máquina del tiempo, una creación basada en la física y en la ingeniería, que le permite transportarse al futuro (o al pasado) de un modo asombroso. Desde luego, prima el escepticismo.
A la semana vuelve a reunirse; el dueño de casa aparece sucio y chamuscado. Pide permiso, se baña, se arregla y regresa para contarles su aventura: ha viajado con su máquina al año 802.701. Pide que le permitan compartir su experiencia.
A diferencia de series de ciencia ficción posteriores como “El túnel del tiempo”, no se traslada por el espacio, sino que aparece en ese futuro en el mismo lugar, el Londres que habita. Encuentra allí un mundo totalmente diferente. de naturaleza exuberante y edificios en ruinas, donde vive una raza de seres diminutos, los eloi, que parecen felices y despreocupados, pero a la vez indolentes. Es una sociedad decadente donde la belleza y el bienestar conviven con la abulia y la apatía. Surge allí un elemento perturbador, unos pozos oscuros cubiertos por una suerte de cúpula que conducen a un mundo subterráneo donde habitan otros seres, los morlocks, que se rebelan contra los eloi y pujan por salir a la superficie. A partir de la lucha entre ambos grupos, comienza, nos parece, lo mejor de la novela. La amistad de El Viajero a través del Tiempo, el gran protagonista, con Weena, una eloi, es quizás el elemento desequilibrante de la historia, donde una monumental esfinge blanca también adquiere un lugar preponderante.
Cabe observar el pesimismo escatológico que revela la obra. Como todo socialista de la época, H.G. Wells se oponía radicalmente a los fatídicos excesos de la revolución industrial; sin embargo, en esta distopía, donde la especie humana involuciona bifurcándose en grupos contrapuestos, no son los descendientes de los proletarios quienes asoman como moralmente superiores a los descendientes de los capitalistas, sino que cada uno sufre las consecuencias de sus propios males.
Otro aspecto propio de Wells aflora en este relato: la mentalidad científica se impone al juicio moral. Al escritor no le preocupa la ética, sino los caminos fantásticos que abren los avances tecnológicos.
Hay un tercer elemento, que probablemente será cuestionado por los lectores de esta novela: tal como en “El hombre invisible”, lo asombroso, que es producto de la ciencia y no de un milagro o algún poder sobrenatural, tienen un sabor local más que universal. En esta ocasión, la historia no sucede en un pueblito, sino en un Londres del futuro lejano, sin ninguna pretensión, ni interés de lo que pueda suceder al mismo tiempo en otro lugar.
Finalmente, y simplemente para ilustrar la trayectoria intelectual del autor, “La máquina del tiempo” tuvo como precursor a “The Chronic Argonauts«, una publicación por entregas en la revista “The Science School Journal” de la cual H.G. Wells fue cofundador y primer editor. Se dice que Wells quiso destruir todas las copias de aquella revista y que recién en 1980 se recuperaron las publicaciones originales, un interesante hallazgo aportado por lo que llamaríamos arqueología literaria.
© Pablo R. Bedrossian, 2022. Todos los derechos reservados.