“LA ISLA DEL TESORO”, UNA APASIONANTE NOVELA DE PIRATAS (por Pablo R. Bedrossian)

Serie CONFIESO QUE HE LEÍDO

Título: “La isla del tesoro”

Autor: Robert Louis Stevenson

Año: 1883

Para muchos las historias de piratas están rodeadas de imágenes épicas: grandes navíos a vela surcando los mares, combates a sangre y fuego, conquistas de tierras desconocidas. El arquetipo del pirata es un hombre con un sombrero o una bandana, aretes, espadas, un parche en el ojo y una pata de palo, fruto de algún terrible combate; la bandera siempre es de color negra con una calavera y un par de huesos largos color blanco que se cruzan en el centro.

Todo esto y mucho más se encuentra en esta emblemática novela, escrita por el escritor escocés Robert Louis Stevenson. Por supuesto, tiene todos los condimentos del género: un mapa, una isla y un tesoro escondido, donde los hombres de bien, en nuestro caso el joven Jim, un médico y un caballero se enfrentan a temibles marinos como Silver y su banda. Como dice una cantinela repetida en la novela, todo se trata de “doblones, doblones, doblones, doblones”.

UN VIAJE DE AVENTURAS

Desde luego, es literatura infantil, pero tan bien escrita que todo adulto puede disfrutarla, incluso en la traducción al español. La historia, que comienza en la posada que regentea la madre de Jim, se anticipa de una manera extraordinaria al relato visual de nuestros tiempos, donde diálogos y acción se combinan para crear una maravillosa trama de heroísmo, acción y suspenso. En nuestra cultura quizás se perciba como cruel y sanguinaria la enorme cantidad de muertos de ambos bandos, pero creemos que prescindir de esos hechos sería despojar a la obra de todo su encanto.

Disfrutamos de su lectura tal como lo hicimos en nuestra niñez, que se nutría también de los relatos fantásticos del genial Julio Verne. Si Ud. ya la leyó, vale la pena que vuelva a hacerlo. Se sentirá como un niño en medio de increíbles aventuras en la isla del Esqueleto.

© Pablo R. Bedrossian, 2021. Todos los derechos reservados.

BONUS: NO ES LO MISMO UN PIRATA QUE UN CORSARIO

No es lo mismo un pirata que un corsario; ambos se dedicaban a saquear barcos, pero el pirata lo hacía para sí mismo mientras que el corsario tenía autorización de su gobierno para robar (cualquier parecido con algunos políticos de nuestro tiempo es pura coincidencia); para eso contaban con una patente de corso. El argumento que los justificaba era sencillo: dañar al enemigo y enriquecer a los monarcas (cualquier parecido con aquel libro argentino “Robo para la corona” también es pura coincidencia)

La palabra filibustero se asignó originalmente a piratas que en el siglo XVII actuaban en el Caribe, que se dedicaban a saquear también las poblaciones costeras. En el siglo XIX se aplicó a escuadrones organizados que pretendían dominar territorios a partir de su poderío marítimo y su formación militar. Quizás el caso más conocido sea el de William Walker, un norteamericano que quiso crear la República de Sonora en México, fue presidente de Nicaragua y terminó fusilado en Trujillo, en la costa norte de Honduras.

En la realidad, piratas, corsarios y filibusteros no tenían nada de romanticismo, honor o dignidad, sino más bien amor al ron, una vida dura y muchas tormentas en el mar.

1 Comment

  1. Uno de mis favoritos en mi adolescencia. L historia es real y ocurrió en la Isla de :Más afuera» del archipileago Juan Fernandez en Chile

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.