Serie “CONFIESO QUE HE LEÍDO”
Título: “El Libro de las Ilusiones”
Autor: Paul Auster
Año: 2002
El norteamericano Paul Auster es uno de los escritores más prolíficos y premiados de las últimas cuatro décadas, incluyendo el Premio Príncipe de Asturias a las Letras en 2006; su obra ha sido traducida a más de 40 idiomas. La lectura de “El Libro de las Ilusiones” no podía ser más promisoria.
La historia está contada en primera persona por un profesor de literatura de apellido Zimmer, quien ha perdido a su esposa e hijo en un accidente aéreo. Víctima de una profunda depresión y dedicado al alcohol, repentinamente advierte que un actor del cine mudo le devuelve la sonrisa. En un fragmento de una vieja película, el argentino Héctor Mann, devenido a estrella menor de Hollywood, hace piruetas con su bigotito y por unos instantes libera al protagonista de su angustia. El sorpresivo efecto terapéutico lo mueve a investigar sobre este actor y director, quien, luego de filmar doce comedias en formato de cortometraje, había desaparecido en enero de 1929 sin dejar rastro alguno.
Zimmer se propone ver todas las películas del argentino y para ello recorre el mundo. En 1988 publica el libro “El silencioso mundo de Héctor Mann”, un estudio de sus films, que incluye unos pocos detalles sobre la biografía de aquel artista y cineasta. Poco después recibe un sobre con una misteriosa carta firmada por “Frieda Spelling (señora de Héctor Mann)” informándole que Héctor -que en ese momento debería tener unos 90 años- había leído su libro y deseaba conocerlo. Para ello lo invitan a visitarlos en su rancho de New Mexico. A Zimmer lo carcomen las dudas, pero, aunque no quiere ser presa de algún engaño, la tentación es demasiado grande. Cualquiera puede imaginar lo que sucederá, pero no cómo. Podríamos decir que hasta este punto el relato constituye un largo preámbulo para la trama que se inicia allí y cuyo desenlace probablemente tampoco sea el que el lector imagina.
NUESTRA OPINIÓN
Quizás porque es una traducción del inglés al español (bien dice el refrán italiano “traduttore, traditore”, en español “traductor, traidor”) no encontramos en la pluma de Paul Auster la belleza de Haruki Murakami, ni el exotismo de Salman Rushdie, ni la melancolía de Orham Pamuk. Más bien tiene un tono neutro que en dos momentos nos aburrió, el primero, durante la extensa descripción de los guiones de las comedias de Mann; el segundo, en el estiramiento de situaciones menores sin que hayamos podido establecer el propósito. Seguramente, el problema es nuestro y no del autor.
Paul Auster plantea con sagacidad un cautivante misterio; sin embargo, sentimos que la resolución no está a la misma altura. Hace muchos años atrás nos pasó algo parecido con “Los Ídolos”, una novela de Manuel Mujica Lainez, cuya primera parte nos sedujo y la segunda nos dejó en ayunas. De todos modos, nos gustaron las últimas páginas y el cierre de “El Libro de las Ilusiones”; además los personajes están muy bien construidos; sus comportamientos hablan por sí mismos.
Los best sellers presentan un doble peligro: por un lado, la crítica los alaba por miedo a quedar fuera de la ola; por el otro, las expectativas de los lectores son más altas. Lo mejor será que haga la prueba y decida por sí mismo que le ha parecido “El Libro de las Ilusiones”.
© Pablo R. Bedrossian, 2021. Todos los derechos reservados.