TABARÉ VÁZQUEZ Y SU POSTURA FRENTE AL ABORTO (por Pablo R. Bedrossian)

Uruguay llora la muerte del expresidente Tabaré Vázquez. Líder del Frente Amplio, gobernó durante dos periodos su país: el primero entre 2005 y 2010 y el segundo entre 2015 y 2020. Fue el primero en romper el bipartidismo que históricamente gozaban el Partico Colorado y el Partido Nacional. Fue un hombre de izquierda, pero por encima de cualquier dogma ideológico, un hombre ético, de esos necesarios en los gobiernos de cualquier signo.

Hijo de un obrero, nació en La Teja, un barrio popular de Montevideo. En 1969 de graduó de médico, especializándose luego en Oncología. Quizás por eso tuvo la valentía de vetar la Lley del Aborto que se pretendía sancionar en su país. Su decisión fue muy resistida por líderes de su propio partido, pero Tabaré no se dobló, pues era un hombre cuyas convicciones no negociaba.  

Nunca entendí la curiosa asociación de la izquierda o el mal llamado progresismo con el aborto, por dos razones. La primera, porque en Latinoamérica la izquierda y los progres se sienten abanderados de los derechos humanos, y el aborto viola el más elemental de todos los derechos, el derecho a la vida de los más indefensos; hablar del derecho al aborto es tan absurdo como hablar del derecho al asesinato. En segundo lugar, porque la práctica del aborto está vinculado a la eugenesia, la reproducción humana selectiva que aniquila a embriones y fetos que no posean una estructura genética óptima, práctica vinculada al nazismo y al darwinismo social.

Por eso la figura de Tabaré Vázquez se agiganta, porque no acomodó sus principios a los de su partido, sino que actuó como presidente de toda una nación, protegiendo a los más indefensos. Trascribo aquí algunas partes sobresalientes del texto que acompañó a su veto:

“Hay consenso en que el aborto es un mal social que hay que evitar. Sin embargo, en los países en que se ha liberalizado el aborto, éstos han aumentado. En los Estados Unidos, en los primeros diez años, se triplicó, y la cifra se mantiene: la costumbre se instaló. Lo mismo sucedió en España.

La legislación no puede desconocer la realidad de la existencia de vida humana en su etapa de gestación, tal como de manera evidente lo revela la ciencia. La biología ha evolucionado mucho. Descubrimientos revolucionarios, como la fecundación in vitro y el ADN con la secuenciación del genoma humano, dejan en evidencia que desde el momento de la concepción hay allí una vida humana nueva, un nuevo ser. Tanto es así que en los modernos sistemas jurídicos -incluido el nuestro- el ADN se ha transformado en la «prueba reina» para determinar la identidad de las personas, independientemente de su edad, incluso en hipótesis de devastación, o sea cuando prácticamente ya no queda nada del ser humano, aun luego de mucho tiempo.

El verdadero grado de civilización de una nación se mide por cómo se protege a los más necesitados. Por eso se debe proteger más a los más débiles. Porque el criterio no es ya el valor del sujeto en función de los afectos que suscita en los demás, o de la utilidad que presta, sino el valor que resulta de su mera existencia.

El proyecto, además, califica erróneamente y de manera forzada, contra el sentido común, el aborto como acto médico, desconociendo declaraciones internacionales como las de Helsinki y Tokio, que han sido asumidas en el ámbito del Mercosur, que vienen siendo objeto de internalización expresa en nuestro país desde 1996 y que son reflejo de los principios de la medicina hipocrática que caracterizan al médico por actuar a favor de la vida y de la integridad física.

De acuerdo a la idiosincrasia de nuestro pueblo, es más adecuado buscar una solución basada en la solidaridad que permita promocionar a la mujer y a su criatura, otorgándole la libertad de poder optar por otras vías y, de esta forma, salvar a los dos”.

Dr. Tabaré Vázquez, Presidente de la República.

El texto que acompañó a su veto, conocido luego como “Las 15 Tesis”, sirvió como base para el libro “Veto al aborto”, un texto netamente académico escrito por un importante grupo de profesionales de la salud del Uruguay, que muestra y demuestra que el ejercicio de la Medicina es inconciliable con el aborto.

© Pablo R. Bedrossian, 2020. Todos los derechos reservados.

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