PARA LOS AMANTES DE LA PINTURA Y LA ESCULTURA, LECTURA IMPERDIBLE: “HISTORIA DEL ARTE” DE E. H. GOMBRICH (por Pablo R. Bedrossian)

Serie LECTURA RECOMENDADA

8 millones de ejemplares vendidos y 16 ediciones revisadas, ampliadas y rediseñadas a lo largo de 45 años hablan por sí mismos. “Historia del Arte” de E. H. Gombrich es el libro de historia del arte más leído en el mundo. Cuenta con casi 700 páginas, pero es de fácil lectura debido a sus cientos de ilustraciones.

Enfocado en tres ramas -la arquitectura, la pintura y la escultura- presenta una cronología de obras de arte, no una antología. El autor aclara que evita mostrar sus pinturas predilectas y que, en favor de sus lectores, presenta las más conocidas para que la información y el respectivo aprendizaje fluyan de un modo natural.

Comienza con una breve exposición introductoria sobre el arte y los artistas; afirma que no puede definir qué es el arte y que para él lo que cuenta son los artistas y sus creaciones. Sigue por la prehistoria, las manos que pintaron bisontes en las cuevas de Altamira, crearon máscaras rituales en Nueva Guinea o cabezas de bronce en el reino de Oni, en la actual Nigeria. De allí pasa al arte egipcio mostrando el significado religioso de las figuras que nosotros hoy concebimos como arte, pero también sus reglas que desde nuestra cultura llamamos estilo; por ejemplo, las cabeza y las piernas de costado mientras el torso parece el de una persona que mira de frente, el significado de los colores, la ubicación de las manos, las representaciones de los dioses con cabeza de diferentes animales. También presenta el arte mesopotámico y cretense, hasta dar un lugar al arte griego para mostrarnos por qué lo denominamos clásico, basado en dos hechos: el descubrimiento de las formas naturales y la invención del escorzo.

Cuando habla del arte romano de los siglos I al IV incluye también el arte cristiano; además, sucintamente pasa revista al arte budista del mismo periodo. Luego, en un solo capítulo muestra el arte occidental del siglo V al XIII y también presenta algo del arte chino e islámico en los tiempos medievales. Luego se centra en Europa y va describiendo los estilos de acuerdo a las épocas: el románico, el gótico, el renacentista, el barroco; también separa las geografías mostrando por un lado el arte italiano y por el otro el flamenco. El recorrido pasa al rococó, y de allí a las diversas corrientes que lo sucedieron; finalmente vuelve a concentrarse en una hilera de estilos: el impresionismo, el cubismo, el surrealismo, el arte abstracto y otros “ismos” hasta fines del siglo XX, aclarando que desde el presente es muy difícil diferenciar las modas del arte, pues las modas pasan y el arte perdura.

Es una obra extraordinaria, con ilustraciones muy bien presentadas y una excelente encuadernación, muy necesaria para un ejercicio que el autor propone con frecuencia: comparar imágenes con las de páginas anteriores. Además, la prosa de E. H. Gombrich, incluso en su traducción en español, produce tanto placer que lamentamos que no nos siga hablando porque el libro ha llegado su fin.

© Pablo R. Bedrossian, 2020. Todos los derechos reservados.

4 Comments

  1. Excelente, Pablo. Como todas las entradas. Soy historiador, estudié iconografía con el gran Dr. Emilio José Burucúa, historiador del arte. Una joya Argentina. Ya te aviso que te estoy robando el post sobre W. Booth para mí podcast audios cristianos sencillos que comparto por WhatsApp, pero ya está en Spotify y Google podcast… he sido pastor bautista, como vos…o el otro Bedrossian…Gustavo. Hoy nos congregados en Iglesias caseras, fuera de la institución. Gracias por la solvencia de tus artículos.

    1. ¡Gracias, Xosé! Mientras nos cites como fuente, todo está disponible para compartir. Conocía al Dr. José Emilio Burucúa padre, pues soy médico (aunque hace años que me dedico a otra actividad). No soy pastor, ni tampoco mi primo Gustavo, que es psicólogo, aunque ambos somos personas de fe. El que es pastor es mi primo Ricardo, hermano mayor de Gustavo. En mi caso siempre he sentido que mi propósito en la vida se encuentra «fuera del templo», no adentro. Creo que la iglesia son las personas, no las instituciones, y que hay un mundo necesitado de esperanza, amor y verdad, no de religión. Abrazo.

      1. Así es. Por eso he dejado la iglesia institucional. La cosa está afuera. La iglesia es la.gente. todos mo saben, pero el «templo» pesa. Por supuesto que he citado ma fuente!!!!! Gracias!!!!!!

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