LA FANTÁSTICA MEZQUITA CATEDRAL DE CÓRDOBA, ESPAÑA (por Pablo R. Bedrossian)

Pocos lugares combinan tanta belleza e historia. Este enorme complejo, conocido como la Gran Mezquita de Córdoba o simplemente Catedral de Córdoba se ha convertido en uno de los sitios más visitados de España.

España fue evangelizada tempranamente. El apóstol Pablo expresó su deseo de visitarla en su Epístola a los Romanos “cuando vaya a España, iré a vosotros; porque espero veros al pasar, y ser encaminado allá por vosotros”[1]. También una tradición -bastante discutida – ubica al apóstol Santiago o Jacobo[2], uno de los hijos de Zebedeo[3], en aquella nación junto a la Virgen María. En el subsuelo del enorme complejo de la mezquita catedral, se pueden observar restos de la basílica visigoda de San Vicente, de mediados del siglo VI. 

Sin embargo, la extensión del cristianismo en Las Hispanias, que era la denominación que le daba el Imperio Romano a la península ibérica, fue detenida por la conquista musulmana. Entre los años 711 y el 718 el sur de España cayó en manos de los árabes. Se trató de un proceso político y militar que incluyó también una avanzada religiosa, pues traía consigo el Islam.

El emir Abderramán I, tras huir de la masacre perpetrada por los abasíes que tomaron el Califato omeya de Damasco, conquistó Córdoba en 750. Durante sus últimos años decidió crear un lugar de culto que testimoniara la independencia de su emirato y sirviera de emblema para su dinastía[4]. Para ello compró los restos de aquella antigua basílica cristiana y en 786 comenzó la construcción de la primitiva mezquita.

En aquel primer momento el edificio contaba con: 11 naves separadas por hileras de arcos sobre 120 columnas. El magnífico diseño fusionaba diversas escuelas arquitectónicas: la superposición de arcos (unos sobre otros) son de inspiración romana, los arcos inferiores en forma de herradura invertida son de origen visigodo, los arcos superiores de medio punto provienen del mundo árabe. También se erigió el primer minarete.

El crecimiento demográfico obligó a que Abderramán II entre 833 y 848 realizara una ampliación agregando ocho naves en el sector sur. El diseño respetó el de la primitiva mezquita, continuando con la doble arcada (la mencionada superposición de arcos), pero suprimiendo las basas de las columnas (la parte inferior, donde se apoya el fuste o cuerpo). Además, se implementó una innovación artística en once capiteles (la parte superior o remate de las columnas): la talla a trépano, que consiste en realizar incisiones profundas y estrechas para crear un mayor efecto de relieve y claroscuro.

Durante el siglo X se produjo un hecho trascendental: Córdoba dejó de ser un emirato, un territorio gobernado políticamente por una única autoridad, el emir -en la práctica, una suerte de monarquía de corte oriental- y se convirtió en califato, donde la máxima autoridad, el califa, es considerado sucesor y delegado de Mahoma; ejerce no solo el poder político sino el religioso sobre su comunidad. Esto ocurrió con Abderramán III, emir de Córdoba en 912 y 929 y primer​ califa omeya de Córdoba entre 929-961. Su aporte a la mezquita consistió en añadir a la fachada primitiva una galería de once arcos de herraduras sostenidos por columnas de fustes rosas y capiteles corintios y en la creación de un minarete de 47 metros de altura.

Alhakén II, hijo de Abderramán III, sucedió en el califato a su padre en 961. Además de crear la biblioteca más grande de Occidente de la época (con más de 400,000 volúmenes), amplió la mezquita dotándola de un singular esplendor. Desde los arcos de acceso hasta los trabajos decorativos con mosaicos y mármoles, su obra se volvió referencia obligada en la historia de la arquitectura.

Ante el crecimiento de la población islámica, agregó doce tramos que le dieron al oratorio un aspecto rectangular, concentrando la atención en la macsura (el espacio reservado para el califa o el imán durante las oraciones públicas) y en el mihrab (generalmente un nicho semicircular en la pared que indica hacia dónde queda La Meca, en cuya dirección deben dirigirse los rezos de los fieles, pero en este caso una pequeña estancia de plano octogonal). También mejoró la iluminación natural de los espacios.

Debido a la temprana muerte de Alhakén II el califato pasó formalmente al príncipe heredero Hisham de solo 11 años. Aprovechando esta circunstancia, en 981 su tutor Almanzor se autoproclamó hayib, un puesto de gran autoridad en las cortes orientales que podríamos equiparar al de un canciller o primer ministro de los tiempos actuales. Su legado arquitectónico a la gran mezquita de Córdoba consistió en sumar ochos nuevas naves configurando un espacio no solo más amplio sino también mejor configurado.

A partir del año 1009 predominó el caos en Córdoba debido a luchas intestinas. El califato fue liquidado oficialmente en 1031 apareciendo taifas, pequeños reinos en la zona, que, con cambios y luchas, sobrevivieron hasta 1236, cuando Córdoba regresó políticamente a manos cristianas. La ciudad fue conquistada por Fernando III el Santo y la mezquita fue declarada catedral.

Los trabajos para crear la Capilla Mayor, el recinto cristiano más notable de la catedral, se iniciaron recién en 1523. Se ubicó en el corazón de la mezquita con forma de cruz latina de tres naves, con 75 metros de largo por 37.5 de ancho.

El gran minarete fue convertido en campanario. Un terremoto en 1589 afectó su estructura por lo que se decidió reedificarla borrando los detalles originales. Con sus 54 metros es la estructura más alta de la ciudad.

Como toda obra de la época fue completada y transformada a lo largo de los siglos subsiguientes. Por ejemplo, el retablo fue realizado en mármol por Alonso Matías entre 1618 y 1628. El órgano de 3,500 tubos fue construido durante el episcopado de Francisco Alarcón, entre 1658 y 1675. La espectacular sillería del coro se inició en 1748 bajo la dirección de Pedro Duque Cornejo. Está incrustación cristiana en un ámbito musulmán cargado de historia es muy discutida. Se dice que el emperador Carlos V (Carlos I de España) al verla exclamó: “Habéis construido aquí lo que vosotros o cualesquiera otros, podrían haber construido en cualquier parte: con ello habéis destruido algo que era único en el mundo”.

Desde 1984 la Mezquita forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO; en 1994 se amplió la declaración a todo el Centro Histórico de Córdoba[5].  

© Pablo R. Bedrossian, 2022. Todos los derechos reservados.


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REFERENCIAS

[1] Epístola a los Romanos 15:24

[2] Llorca, Bernardino, «Historia de la Religión Católica» Tomo 1, Biblioteca de Autores Cristianos, 2da Edición, 1955, p.122 fija el origen de este relato en el siglo VIII. Según el Libro de los Hechos, el apóstol Santiago o Jacobo, hermano del apóstol Juan, murió a espada. En Hechos 12:1-2 leemos “En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles.  Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan”.

[3] Evangelio de Marcos 3:17

[4] Pijuán, Jesús, “Primitiva Mezquita de Abderramán I”, ArtenCórdoba, in fecha https://www.artencordoba.com/mezquita-cordoba/primitiva-mezquita-abd-al-rahman-i/

[5] “Centro histórico de Córdoba”, Lista de Patrimonio Mundial, UNESCO World Heritage Convention, https://whc.unesco.org/es/list/313


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