Hay trenes en la vida que pasan una única vez. Nos dejan dos opciones: subirnos, corriendo el riesgo de llegar a un destino equivocado, o verlo partir desde el andén.
Un profesor de matemáticas retirado, viudo y cascarrabias se entera que padece de Alzheimer. Desea antes de perder la memoria -y la vida- encontrar a una mujer a quien conoció cuando eran niños, y a quien nunca se atrevió a declarar su amor.

Tiene una única hija que es visitadora médica (el film ofrece magníficas pinceladas de humor acerca de esta profesión) cuyo esposo es un desocupado que se dedica al coaching y una nieta encantadora con dificultades para caminar. En apariencia la historia trata de la búsqueda de aquella niña que ya debe ser una anciana, pero, en realidad, trata sobre los sueños, los amores perdidos y de nuestra incapacidad para volver atrás el tiempo.
Ambientada en Valencia, esta comedia dramática española de 2019 produce sonrisas y emociones. No es para verla desde la lógica sino con el corazón. Cuenta con dos extraordinarias actuaciones, la del actor argentino Oscar Martínez en el rol del anciano amargado y la de Mafalda Carbonell como su nieta, muy bien acompañados por Inma Cuesta y Nacho López. La dirección estuvo a cargo de María Ripoll con guion María Mínguez. La película cuenta además con una música muy apropiada a la historia y una excelente fotografía.

Es una película para ver más de una vez. Además, puede verse en familia. Aunque “Vivir dos veces” no corresponda a su género favorito no se arrepentirá de verla. Está disponible por Netflix.
© Pablo R. Bedrossian, 2020. Todos los derechos reservados.