Serie PUEBLOS PINTORESCOS DE EUROPA
Oberammergau es una pequeña localidad de Baviera, en el sur de Alemania. Es conocida por los bellos frescos que cubren los frentes de muchas de sus casas, la mayoría representando la pasión de Cristo.

Pocos saben que allí hubo un asentamiento celta y uno romano. A finales del siglo IX se estableció un monasterio en una zona cercana, y en el siglo XII ya había una iglesia en el propio pueblo de Oberammergau. En 1633, durante una epidemia de peste, sus habitantes juraron escenificar la muerte de Jesús si eran protegidos de la enfermedad.

La primera representación se llevó a cabo en 1634, y en la actualidad se realiza cada diez años, recibiendo este pequeño pueblo hasta 500,000 visitantes. El evento dura seis horas y participan 1,400 actores aficionados.

Volviendo a las pinturas, son conocidas con el nombre alemán de Lüftlmalerei y son comunes en la región. Se destacan por su belleza, colorido y estilo.

No abordan solamente temas religiosos, sino que también retratan momentos de trabajo, camaradería y otras actividades sociales.

El pueblo también es famoso por sus ebanistas. Hay numerosos talleres y tiendas que ofrecen recuerdos hechos en madera.

Es un pueblo pequeño que se recorre a pie en medio día, pero su arte es tan peculiar que muchos turistas deciden hacer los 90 kilómetros que lo separan de Münich simplemente para admirar el frente de sus casas y edificios.

Muy cerca se encuentra el Castillo de Linderhof. En el siglo XIX, cuando Alemania era aún un conjunto de reinos, el príncipe bávaro Ludwig II -en español Luis II-, (1845-1886), erigió este moderno palacete, famoso por sus parques y fuentes.

Ludwig II llegó a ser Rey de Baviera entre 1864 a 1886, pero debe su fama se debe al temprano romance con su prima, la famosa Sissi, y a su inestabilidad emocional, que lo llevó a perder el trono y luego a una trágica muerte en circunstancias que hasta la fecha no han podido ser esclarecidas. Apodado “El Rey Loco”, también dirigió la construcción del bellísimo Castillo de Neuschwanstein.

Si está en Münich, quizás pueda conseguir una excursión de un día que incluya Oberammergau, y los castillos de Linderhof y Neuschwanstein, u organizarse para visitarlos por su cuenta. Es una experiencia maravillosa que llevará en su memoria toda la vida.
© Pablo R. Bedrossian, 2019. Todos los derechos reservados.
BONUS: PASEANDO POR OBERAMMERGAU
Los invito a hacer un recorrido fotográfico para admirar los edificios más emblemáticos de este pueblito tan rico en arte.













CRÉDITOS MULTIMEDIA
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Pablo: asi es, como vos lo describis, bellisimo pueblo. Conozco los castillos. Es todo maravilloso. Abrazo grande.
Gran abrazo a mi querido maestro, colega y hermano.
¡Qué hermoso Pablo! Has tenido el privilegio de disfrutar de la creatividad de este pueblo; y lo mejor el compartirlo con todos nosotros. Un gran abrazo y el deseo que el Señor te siga bendiciendo siempre.
Julio Ducuron.
http://www.julioducuron.com