Serie PUEBLOS PINTORESCOS DE EUROPA
Uno de los pueblos más bellos de Europa se haya escondido en la planicie del Rhin en Suiza. Se llama Stein am Rhein y muchos de los edificios de su casco antiguo están ornamentados con murales medievales.

Stein am Rhein pertenece al cantón de Schaffhausen, a una hora de tren desde Zürich; su nombre significa “Piedra en el Rin” aludiendo al famoso río que lo cruza, cuyas cataratas -las más grandes de Europa- ubicadas aguas abajo pueden verse en el camino.

Desde la antigüedad Stein am Rhein contó con una ubicación privilegiada, pues una vía fluvial siempre representa una puerta para el comercio. Además, el traslado a este singular pueblito del monasterio benedictino de san Jorge en el año 1007 por el rey Enrique II impulsó su crecimiento, debido a que simultáneamente autorizó la creación de una aduana y la emisión de moneda.

Durante los siglos XI al XIV Stein am Rhein se convirtió en un centro de negocios con un mercado próspero donde las principales mercancías eran los granos y las artesanías.
LA VISITA
Se puede llegar por tren. La mejor manera de recorrer este mágico pueblecito es a pie, descendiendo desde la estación ferroviaria hacia el centro histórico.

Al llegar al Rin de un lado se observa una larga fila de casas con techos de tejas, y en la otra ribera el complejo del convento de san Jorge.

Tras cruzar un puente, se avizoran el casco antiguo y algunas bellas casas en estilo gótico alemán.

Una cuadra después, la calle termina en uno de los flancos del Rathaus, sede del Ayuntamiento, que luce espléndidas pinturas solo interrumpidas por ventanales.

Si doblamos a la derecha, nos encontramos con un amplio espacio de pavimento y piedra conformado por la calle, las aceras y la antigua iglesia del monasterio de san Jorge -mencionado más arriba- que conserva secciones erigidas en el siglo XII.

Una de las curiosidades de la iglesia son las gárgolas para desagüe con forma de dragón.

La abadía de San Jorge puede visitarse y es uno de los sitios más antiguos de la ciudad.

Frente a la iglesia, una pequeña casa con su jardín rompe el molde medieval y nos recuerda que no estamos en un viaje al pasado ni en un pueblo fantasma. El lugar en la actualidad cuenta con unos 3,000 habitantes.

No vamos a detenernos allí, sino avanzar hacia la Plaza del Ayuntamiento para disfrutar de las mejores imágenes de Stein am Rhein. Para ello volvemos sobre nuestros pasos y marchamos hacia el otro lado.

LA RATHAUSPLATZ (LA PLAZA DEL AYUNTAMIENTO)
En la Rathausplatz (en español Plaza del Ayuntamiento) se encuentran las mejores fachadas, todas decoradas espectacularmente con antiguos murales.

Dos calles que confluyen en la plaza bordean el Rathaus, sede del Ayuntamiento, levantado entre 1539 y 1542.

Las pinturas de su frente fueron creadas por Carl von Häberlin en 1900 y cuentan la historia de Steim am Rhein.

A ambos lados de la Plaza del Ayuntamiento hay hermosos edificios. Visto desde el Rathaus, a la derecha se encuentra el Weisser Adler, una construcción de cuatro plantas de principios del siglo XV con el mural más antiguo de Suiza, creado por Thomas Schmid a principios del siglo XVI.

Los motivos que ilustran la fachada remiten al Decameron de Bocaccio y a la Bocca della Veritá (“Boca de la Verdad”).

Del otro lado una hilera de casas altas con fachadas profusamente ornamentadas constituye la sección más bella de la plaza y de la ciudad.

La más alta y colorida es la Vordere Krone, construida en el siglo XIV y remodelada a principios del siglo XVII. Su pintura exterior en estilo barroco data de 1734.

Le sigue el Rother Ochsen, la taberna más antigua de Stein am Rhein levantada en 1446.

Luego viene el Steinenen Trauben, cuya construcción es de 1688. Trauben es la palabra alemana que designa a las uvas; por ello en su frente se observa un enorme racimo de uvas negras transportado por dos agricultores. En la actualidad es un restaurante.

El edificio siguiente, que fusiona los estilos gótico y rococó, es el Gasthof zur Sonne (“La Posada del Sol”), que, fiel a su nombre, funciona como hotel y restaurante.

La casa siguiente es la Meise; toma su nombre de un pequeño y colorido pájaro de la zona, que podríamos llamar en español carbonero. Se diferencia del resto por ser un poco más baja que las demás, terminar en lo alto con su frontón triangular clásico y su color ladrillo más homogéneo con escasas pinturas realizadas en en 1924 por A. Schmid y H. Knecht.

Delante de ella se levanta una fuente del siglo XVI la Stadtbrunnen (“Fuente de la Ciudad”) también conocida como Marktbrunnen (“Fuente del Mercado’). La estatua que simboliza a un confederado suizo es de 1601. En 1888 la original fue reemplazada por una copia fiel. El pozo de agua que alimenta la fuente fue restaurado en 2001.

La casa siguiente es la Schwarzes Horn (“Cuerno Negro”) que data de 1515. En la parte alta puede admirarse su elegante entramado de madera y sus ventanales. Las coloridas pinturas que engalanan su frente son de 1914, pintadas por A. Schmid.

Cruzando la calle, a pasos nomás se encuentra la Pelikan, la Casa del Pelícano.

LA CALLE UNDERSTADT
Enseguida la plaza empedrada se afina y se convierte en la calle Understadt. Esta vía peatonal está bordeada por casas más bajas con techos de tejas cuyo estilo nos recuerda que estamos en un cantón suizo germanoparlante.

El recorrido es corto. Al fondo se ve la antiquísima puerta denominada Untertor, también llamada Torre del Reloj.

Entre los edificios interesantes de esta calle se encuentran el Museo Lindwurm que muestra la vida agrícola en la región durante el siglo XIX. Tiene una simpática escultura de un perrito de bronce en la entrada.

En el camino uno encuentra diversos mosaicos que le dan color al piso granítico.

Durante las escasas cuadras de la calle Understadt, hay edificios muy llamativos. Por ejemplo, la Haus zum Hirzli (“Casa Hirzli”).

Otro ejemplo es el bello edificio de tres plantas de la cooperativa Heimatwerk, cercano a la puerta Untertor.

Otra construcción singular es el Brodlaube, cuya primera mención es de 1358, que fuera la sede del gremio de los molineros y panaderos, con reminiscencias de las casas flamencas que se ven en Amsterdam o Brujas.

También podemos admirar la Haus Vetter (“Casa Vetter”) de 1473, con su bello entramado de madera pintada de rojo vino tinto.

Llegamos a la Puerta Untertor, que cierra el casco antiguo del pueblo. Fue levantada en 1367 y remodelada en 1520. Aunque cayó destruida por un bombardeo en 1945 pudo hacerse una reconstrucción fiel a la original.

Nos despedimos divisando desde la puerta Untertor el Castillo Hohenklingen en lo alto de un cerro. Esta fortaleza levantada en 1225, hoy funciona como hotel.

Alguien ha dicho Stein am Rhein que parece extraído de un cuento de hadas. Creemos que no se equivoca.
© Pablo R. Bedrossian, 2019. Todos los derechos reservados.
BONUS: VIDEOS DE STEIN AM RHEIN
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