Serie «GRANDES EDIFICIOS DE BUENOS AIRES»
El Clarín Digital del 20 de junio de 2015 Silvia Gómez publicó un interesante artículo titulado. “Para Casa FOA, recuperan una joya oculta de la arquitectura” [1]. La nota trata sobre una casona ubicada en la calle Basavilbaso 1233 -en realidad, se extiende hasta el 1251- , a uno de los lados del Palacio San Martín, sede tradicional de la Cancillería argentina. En 2014, durante una de mis últimas visitas a Buenos Aires, conocí ese antiguo palacete de dos plantas, que parece una isla en medio de torres y monumentales edificios.
Bajando por la calle Basavilbaso hacia Juncal me sorprendió la vista y decidí entrar. Crucé un antiguo portón de rejas de hierro negro, en medio de andamios, polvo y materiales de construcción. Delante se abrió un ancho patio o jardín que parecía una entrada para carruajes.
También allí encontré una bella fuente de hierro con motivos clásicos, de probable inspiración art nouveau.
La casona ocupa el lado izquierdo de terreno, y curiosamente su fachada no mira a la calle sino que es perpendicular a ella, apuntando al sur, en dirección a la calle Arenales.
Además tiene una entrada más pequeña, sin número identificatorio, y ventanas que dan a Basavilbaso.
Se ha hablado de la enorme influencia francesa en su diseño, pero el edificio, que carece del típico techo en pizarra negra parisino, es una muestra cabal de eclecticismo. Basta señalar las columnas jónicas que anteceden la puerta de entrada o el frontón que corona el edificio.
La construcción, que data de 1906 y fue restaurada en la década del ’40, según el artículo mencionado arriba, tiene varios propietarios, entre ellos la familia Estrugamou.
Esta residencia privada, que estuvo deshabitada por muchos años y custodiada sólo por un casero, podrá visitarse del 23 de octubre al 30 de noviembre en ocasión de la nueva muestra de interiorismo Casa FOA. Si tiene el privilegio de estar en Buenos Aires, no se la pierda.
NUEVA VISITA
Tras la publicación de la nota que aparece arriba, a fines de marzo de 2017, durante otro viaje a Buenos Aires, pude regresar a la casona de la calle Basavilbaso 1233.

Pude tomar nuevas fotografías y disfrutar de este curioso y relajante espacio en el corazón porteño.

Según consulté, no se conoce aún el nombre del constructor. Sí, en cambio, es posible identificar el origen de su espléndida fuente.

En su base lleva la inscripción VAL D’OSNE, 58 Bº VOLTAIRE PARIS, la misma que se encuentra en la estatua de Diana Cazadora, en la Plaza Heliodoro Balbi en el centro histórico de Manaos, Brasil y en varias fuentes de París.

En un excelente artículo del sitio web de Marc Maison Gallery, leemos:
«Gracias a la invención del hierro fundido artístico, se produjo un gran número de esculturas resistentes de alta calidad y a menudo de dimensiones monumentales. El hierro fundido era más asequible que el bronce, y el siglo XIX experimentó una locura por este material, por lo que este siglo también fue llamado ‘el siglo de hierro’. Los artistas pronto se aprovecharon de las posibilidades que este nuevo ornamento de metal les dio.
‘Arte de fundición’ se refiere a varios tipos de objetos: un solo carácter, busto o grupo, piezas monumentales, relieves bajos y altos, esculturas incorporadas en un conjunto arquitectónico (normalmente un proyecto monumental como fuentes, estatuas ecuestres y monumentos conmemorativos). Los temas de estas obras de arte son seculares y religiosos.
La empresa Val d’Osne fue una fundición de arte fundada en 1835 por Jean Pierre André Victor, inventor de la técnica ornamental de hierro fundido. Su objetivo original era la fabricación de mobiliario urbano y hierro fundido decorativo, la empresa rápidamente se convirtió en el mayor fabricante de hierro fundido de arte en Francia bajo el nombre de «Val d’Osne fundición de arte». Después de su muerte, su sobrino, André Hippolyte (1826-1891), estaba a cargo de la compañía. Los talleres se ubicaron en Val d’Osne (Haute Marne, Francia) y su sede y galería en el nº 58 del Boulevard Voltaire en París» [2].
Val ‘Osne fue comprada en 1931 por un competidor, pero incluso en Sudamérica se mantienen intactos maravillosos testimonios de su arte.

© Pablo R. Bedrossian, 2015, 2017. Todos los derechos reservados.
REFERENCIAS
[1] Gómez, Silvia, «Para Casa FOA, recuperan una joya oculta de la arquitectura», http://www.clarin.com/ciudades/Casa_Foa-casona_Retiro_0_1379262128.html
[2] Sin firma, Marc Maison Gallery, http://www.marcmaison.com/architectural-antiques-resources/val-dosne-foundry-cast-iron-statue-sculpture
CRÉDITOS MULTIMEDIA
Todas las fotografías fueron tomadas por el autor y a él le pertenecen todos los derechos.
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Gracias Pablo. Disfruté de la información y la lectura por partes iguales.
¡Gracias, Juan José!
Muchas gracias por tanta información, siempre me llamó la atención y me quedaba pensando quien viviría ?
¡Gracias a vos! Buenos Aires es increíble y cada vez que regreso a mi ciudad no puedo evitar asombrarme. Cordiales saludos desde Honduras, Centroamérica.
Le agradezco cuanto ha publicado. Amo su ciudad y ese edificio de Caballito gracias al cual lo encontré a usted. Cuando visité Buenos Aires pasaba todos los días enfrente.
Le agradezco cuanto ha publicado. Amo su ciudad y ese edificio de Caballito gracias al cual lo encontré a usted. Cuando visité Buenos Aires pasaba todos los días enfrente.
Argentina, una vida viviendo en Buenos Aires y no sabía sobre ésta casa hasta hoy. Gracias por la exposición.