Creador: Julian Fellowes
Título: Downton Abbey
Año: 2010-2015
Protagonistas: Hugo Bonneville (Robert Crawley, Earl of Grantham), Elizabeth McGovern (Cora Crawley, Countess of Grantham), Michelle Dockery (Lady Mary Crawley), Laura Carmichael (Lady Edith Crawley), Maggie Smith (Violet Crawley, Dowager Countess of Grantham), Jim Carter (Mr. Carson), Phyllis Logan (Mrs. Hughes), Brendan Coyle (John Bates), Joanne Froggatt (Anna Bates), Robert James-Collier (Thomas Barrow), Sophie McShera (Daisy Mason), Lesley Nicol (Mrs. Patmore)[1]
Esta serie bandera de Amazon Prime que ahora puede verse por Netflix merece ser vista, no tanto por su guion -en general entretenido; a veces mediocre- sino por la ubicación, las actuaciones, la ambientación (incluyendo la caracterización de los personajes, sus peinados e indumentaria) y la fotografía. Es creación del escritor inglés nacido en El Cairo, Julian Fellowes.

Filmada en el magnífico castillo de Highclere, una residencia victoriana de estilo isabelino[2] que también fue utilizada como la mansión Wayne en varias películas de Batman, retrata la vida de una familia de la nobleza inglesa y la de su servidumbre a principios del siglo XX. Su logo describe perfectamente la representación: en el piso de abajo viven el mayordomo, los lacayos, los sirvientes, el ama de llaves, las damas de compañía, las cocineras y las mucamas; en la planta alta, la familia Crawley: el padre (interpretado por Hugo Bonneville), la madre y sus tres hijas. Sin embargo, el personaje más logrado es la abuela paterna (magistral actuación de Maggie Smith).
Cada temporada cuenta con 10 capítulos que duran desde 47 a 93 minutos; los dos últimos de cada temporada están subtitulados “especiales de Navidad”. La serie transcurre en un área vecina a la ciudad de York, aunque hay escenas que se desarrollan en otros sitios, especialmente en Londres.
Aunque no amamos los dramas, esta serie nos atrapó. No existen personajes principales: todos los protagonistas -un alto número- gozan del mismo espacio. Las actuaciones son superlativas y constituyen uno de los mayores atractivos de la serie. El argumento por momentos tiene algo de culebrón, pero supera con creces a los típicos dramas sudamericanos.

La serie confirma que los sentimientos y las reacciones no dependen de la clase social, sino que son comunes a todos los seres humanos. Cada uno enfrenta las adversidades del modo que puede. Los errores y las contingencias ponen a los personajes frente a dilemas éticos o sentimentales que les ayudan a descubrir su propia esencia y abrirse caminos donde no los hay.
Simultáneamente al desarrollo de las historias, “Downton Abbey” muestra el entorno de aquella época, como el paso de época victoriana a los tiempos modernos, la 1ª Guerra Mundial y el escenario de posguerra, como también los cambios en los estilos de vida, resultado de las modas y la nuevas tecnologías; por ejemplo, la sustitución de los carruajes por los automóviles y el nacimiento de la radio; también cuestiones domésticas como la llegada de iluminación eléctrica, el secador de cabello o la refrigeradora.

Insistimos en que lo mejor de la serie son el magnífico edificio con su fino exterior y sus bellos interiores, la maravillosa ambientación de época, la fotografía y las actuaciones; casi diríamos que la trama es un accidente para mostrarnos de un modo cautivante y romántico cómo se vivía hace un siglo atrás. Por eso, definitivamente creemos que “Downton Abbey” es una serie para ver y disfrutar.
© Pablo R. Bedrossian, 2023. Todos los derechos reservados.
REFERENCIAS
[1] Estos personajes participaron de todos los episodios.
[2] Se lo denomina así porque se utilizó en España en los tiempos de los reyes católicos, cuya figura central fue Isabel de Castilla. Representa una transición entre el gótico tardío y la arquitectura renacentista temprana.

Hola, Pablo. Vi la serie por Film & Arts hace varios años. Me volví fanática. Coincido contigo en que vale la pena verla. Lo destacable también es la relación de respeto que casi siempre hay entre los nobles y los sirvientes, sobre todo la de Lady Mary con su doncella Anna.
Felicitaciones por tu columna.